El ácido fólico es una vitamina imprescindible para nuestro organismo. Pero su consumo viene potenciado para las mujeres en su edad reproductiva, ya que si entran en un momento de gestación ayudará en un futuro a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y en la columna vertebral. ¿Qué es el ácido fólico y para qué se toma durante el embarazo? Es importante conocer este detalle y lo redactaremos en las siguientes líneas.
Esta vitamina es importante para el cuerpo de una persona y poder producir células nuevas, entre ellas las de la piel, cabello y uñas. Sin embargo, el ácido fólico se forma de manera sintética del folato, ya que se usa en los suplementos y otros alimentos fortificado como el pan, pastas, arroz y cereales para el desayuno. Una mujer que esté pensando en quedarse embaraza ya puede ir tomando este suplemento, ya que existen evidencias de ir tomando precauciones antes del embarazo. Pero, también es de vital importancia tomarlo durante el embarazo y después. No obstante, el médico es quien aconseja su toma y por diversas razones, a veces, no conocemos el por qué lo tomamos.
La importancia del ácido fólico o vitamina B en el embarazo
Es de vital importancia tomar esta vitamina B durante el embarazo. Ayuda a prevenir malformaciones del sistema nervioso central, pero es una situación que no suele ocurre. Hay embarazadas que no han tomado este ácido, ni antes y durante, y no ha sucedido nada. Es una prevención importante, ya que existen casos en los que han surgido deficiencias.
Su toma ayuda a formar el tubo neural, ya que ayuda a prevenir algunos defectos del nacimiento graves del bebé, como en el cerebro (anencefalia) y de la columna vertebral (espina bífida). El especialista que siga el embarazo recomendará tomar ácido fólico y hierro para prevenir la aparición de anemia, ya que suele estar presente en el 40% de las embarazadas.
¿Cómo se puede tomar el ácido fólico?
La dosis que se recomienda para las embarazas está en torno a los 600 a 800 microgramos de ácido fólico. No obstante, el médico será quien recomiende la dosis, ya que dependerá de la persona.
Esta vitamina se puede tomar de dos formas: de manera natural a través de los alimentos o con suplementos. Las embarazadas no pueden tomar la ingesta necesaria en su alimentación, por lo que se recomienda ser controlada su proporción. Por ello, se recomienda tomar suplementos.
¿En qué alimentos podemos encontrar el ácido fólico?
El ácido fólico lo podemos encontrar principalmente en alimentos de hojas verdes y oscuras, como las acelgas o espinacas. En hortalizas como el brócoli. En cereales integrales, en muchas legumbres, especialmente en las lentejas y guisantes. En los frutos secos y en la fruta.
¿Es necesario tomar ácido fólico antes del embarazo?
Es importante tomar esta vitamina unos meses antes de quedarse embarazada. Tomarlo mucho antes garantizará el poder tener este ácido dentro del cuerpo y para que esté mucho más asegurado. La idea es intentar prevenir cualquier tipo de enfermedad o malformación para el futuro bebé. Se asegura de prevenir el labio leporino y los defectos del tubo neural en el bebé.
Una vez que comienza el embarazo, el feto lleva a cabo un consumo rápido de los depósitos de ácido fólico de la madre, por ello, es recomendable hacer una ingesta prudencial unos meses antes de su embarazo.
Se puede tomar entre dos a tres meses antes del embarazo, incluso, se tiene que mantener su toma durante el embarazo. Con esta dosis, también se previene que no existan partos prematuros y abortos espontáneos. En algunos casos, se sigue tomando durante el posparto y la lactancia materna. El especialista es quien tomará medida de la prescripción.
¿Cómo saber si hace falta tomar ácido fólico?
Tomar esta sustancia, es casi un indispensable para cualquier mujer que tenga planteado quedarse embarazada o que haya comenzado su gestación. Pero, hay personas que alertan de varios déficits de esta vitamina y con signos evidentes que lo demuestran:
Son personas que muestran una piel pálida, con dolores corporales, problemas cognitivos, problemas digestivos con diarreas, problemas menstruales, mucha fatiga, sobre todo en esfuerzos físicos dónde se pierda el aliento, irritabilidad y mal humor, o úlceras en las piernas.
No obstante, no todo el mundo está sujeto a su toma, ya que un exceso de suplementación es tan perjudicial como su déficit. Lo habitual es tomar entre 1 a 5 mg al día, pero un exceso puede incrementar algunos riesgos, como la formación de algún tipo de cáncer, sobre todo el cáncer colorrectal.
Otras personas, presentan una hipersensibilidad a este principio, incluso está contraindicado para personas que padecen anemia perniciosa addisoniana, o por anemia megaloblástica por deficiencia de vitamina B12. El ácido fólico es una de las mejores alternativas para combatir la anemia, pero dependerá de dejar de tomarla si existen alteraciones neurológicas.