Los pechos o mamas tubulares (también llamadas tuberosas) se caracterizan por tener una forma cónica o de tubo y se producen por una anomalía durante su desarrollo que provoca esa malformación. Comienza a ser visible en la pubertad que es cuando se inicia su crecimiento. No suponen ningún problema para la salud física de la mujer pero frecuentemente sí lo es para su salud emocional, manifestándose diferentes síntomas psicológicos como complejos con el cuerpo, baja autoestima, falta de seguridad y dificultad para relacionarse.
La cirugía reconstructiva puede devolver la forma natural a la mama si la mujer así lo desea. Para conocer más en profundidad qué son los pechos tubulares y sus causas te recomendamos que sigas leyendo este artículo.
Qué son los pechos tubulares y cómo se generan
Se trata de una malformación que puede darse en un solo pecho o en los dos, que en lugar de desarrollarse de manera redondeada y simétrica, lo hacen de manera constreñida o tubular.
Esto es así porque durante el desarrollo el tejido que envuelve la glándula mamaría es más rígido de lo habitual impidiendo que la mama se expanda durante su crecimiento. La mama queda atrapada en la piel y tiende a crecer por el lugar de menor resistencia que es la piel fina de la areola y el pezón. De este modo la mama se hernia y resulta en esa forma tubular característica quedando los pechos muy separados el uno del otro. En muchos casos existe un cierto grado de caída de la areola con un diámetro excesivo. La areola resulta “abombada” por la presión que ejerce la glándula mamaria.
La apariencia y posición de unas mamas así se aleja de la anatomía habitual de las mamas y algunas mujeres evalúan esta apariencia como poco estética, causándoles complejo o en casos extremos dismorfia corporal.
Causas de los pechos tubulares
La causa de esta malformación se debe a una alteración genética del tejido que cubre la glándula mamaria que quedaría atrapada en una envoltura más rígida de lo normal impidiendo un desarrollo armónico de la mama. Al tener un origen genético, esta problemática no se pude prevenir, pero se puede corregir mediante intervención quirúrgica una vez completado el desarrollo de la mama tras pasar la pubertad.
Los especialistas encuentran con frecuencia en consulta casos de pechos tubulares pero se desconoce el por qué del número de casos que se dan en la población femenina. Algunos estudios apuntan que la abundancia de xenoestrógenos (derivados artificiales de los estrógenos) en el ambiente procedentes de pesticidas, plásticos y otras fuentes, pudieran estar interfiriendo en el sistema reproductor de la mujer a nivel de fertilidad y tal vez de ciertas malformaciones asociadas al aparato reproductor.
Pero no hay datos concluyentes al respecto, por lo que en ningún caso debemos concluir que esta problemática tiene una causa directa con la contaminación mediambietal.
Cómo identificar los pechos tubulares
Existen tres señales principales que nos pueden ayudar a identificar mamas tubulares en caso de sospecha, aunque cuando la deformación es muy evidente no hay dudas:
El pliegue que hay debajo del pecho o surco submamario es pequeño y está elevado.
La zona de la areola y el pezón está distendida o prolongada debido a la herniación glandular que puede ser de mayor o menor grado. La apariencia es de “pecho caído”.
El pecho está poco desarrollado por abajo y los laterales. A veces puede dar aspecto “aniñado” debido al bajo desarrollo de la mama.
Esto son sólo pautas orientativas. En todo caso la evaluación y diagnóstico la debe hacer un médico especialista, quien también nos recomendará los tratamientos disponibles del momento. Es importante recordar que los pechos tubulares no son mamas pequeñas y su intervención es más compleja que un simple aumento de pechos.
