Queda apenas un mes para que tus hijos lleguen a casa con sus notas escolares. Las notas de las asignaturas de la escuela, pero, ¿se ve en ellas el esfuerzo que realizan para aprobar? En muchos casos no es así. Existen muchos niños que se esfuerzan diariamente para intentar sacar lo máximo de sí mismos, pero fallan.
Son fallos que solo se convertirán en aprendizaje si se confía en ellos y si se elogia el esfuerzo. Si caes en el error de castigar a tus hijos por tener malas notas o de reprimirles una y otra vez porque los resultados no son los que esperabas… Entonces tu hijo solo aprenderá que no es capaz, que no vale para nada y que además, debe mentirte cada vez que saque malas notas porque si no lo hace, le atacarás y le harás sentirse mal emocionalmente.
En este sentido, es necesario que los padres sean conscientes de que los niños no son números y que lo que realmente merece la pena en su aprendizaje es elogiar el esfuerzo. Pueden ser muchos factores diferentes los que hagan que sus notas no sean las que se esperan (sobre todo para él). Por ejemplo, quizá no sepa estudiar, el contenido académico sea demasiado complicado o demasiado fácil, quizá no siente motivación por el aprendizaje, quizá tenga problemas emocionales que se deban explorar…
Lo que importa es que los padres siempre elogien su esfuerzo y le ayuden a buscar la causa subyacente que le hace no tener el esfuerzo que necesita para obtener mejores resultados. Porque cuando se trabaje en la causa subyacente, entonces es más que seguro que se obtendrán mejores resultados. Potencia la comunicación y la sinceridad entre tú y tus hijos para que, si tienen algún problema sepan que pueden acudir a ti para buscar ayuda en lugar de mentirte por haber tenido comportamientos hostiles.