El masaje Shantala es una técnica ancestral de origen hindú diseñada para transmitir seguridad, bienestar y fortalecer el vínculo emocional entre padre/madre y bebé. Esta técnica fue traída a Occidente por el ginecólogo francés Frédérick Leboyer, quien observó cómo madres en Calcuta practicaban este masaje a sus niños. Aprender a realizar el masaje Shantala puede ofrecer múltiples beneficios para el bebé, desde la relajación hasta la mejora de su salud física y emocional.
Hoy te vamos a enseñar cómo realizar los masajes Shantala a tu bebé. Sigue estos pasos para brindarle una experiencia placentera y relajante.
Preparación para el masaje Shantala
Para empezar, necesitarás preparar todo lo necesario:
- Espacio: Es importante elegir un lugar tranquilo, sin distracciones ni ruidos fuertes, idealmente con una temperatura cálida y cómoda para el bebé.
- Ambiente: Puedes poner música suave, de preferencia relajante, para acompañar los movimientos del masaje.
- Aceite o emulsión: Utiliza aceites naturales, como el aceite de almendras, que sean hipoalergénicos y específicos para bebés. Es importante evitar el uso de aceites con fragancias fuertes.
Elige un lugar seguro donde el bebé esté cómodo. Colócalo sobre una superficie blanda y asegúrate de mantener contacto visual con él en todo momento. Es ideal que el bebé esté despierto y no tenga hambre.
Antes de comenzar cualquier contacto, frótate las manos con el aceite para calentarlas un poco, de manera que el primer contacto con la piel del bebé sea suave y cálido.
Instrucciones paso a paso
1. Masaje en el pecho
Coloca tus manos aceitadas sobre el pecho del bebé. Deslízalas suavemente en direcciones opuestas: una mano hacia sus costillas y la otra hacia los brazos. Este movimiento ayuda a relajar la caja torácica y mejorar la respiración del bebé, además de darle una sensación de apertura.
A continuación, utiliza tu mano derecha para deslizarla desde el costado izquierdo del bebé hasta su hombro opuesto. Esto ayuda a equilibrar y armonizar la energía corporal del pequeño.
2. Masaje en los brazos
Toma suavemente uno de los brazos del bebé y colócalo en forma de brazalete entre tus manos. Realiza movimientos deslizantes desde el hombro hasta la mano siguiendo una suave torsión. Este movimiento no solo relaja, sino que también le permite al bebé entender los límites y contornos de su cuerpo.
En las manos: Evita aplicar aceite en las manos, ya que los bebés tienden a llevarlas a la boca. Solo con tu pulgar, masajea desde el centro de la palma hacia los dedos. Luego coloca su mano en la palma de la tuya, y con tu otra mano realiza un suave masaje para estimular el sentido del tacto y promover el equilibrio entre dar y recibir.
3. Masaje en el abdomen
Trabaja con las dos manos, moviéndolas desde la base del pecho hasta debajo del ombligo. Cuando una mano termina, la otra continúa el movimiento en forma de olas suaves. Este masaje es particularmente beneficioso para mejorar el tránsito intestinal, ayudar a aliviar cólicos y gases.
Si el bebé tiene dificultades para liberar los gases, toma sus pies con una mano y estira suavemente hacia arriba mientras con la otra mano realizas movimientos descendentes desde el abdomen hasta los genitales.
4. Masaje en las piernas
Repite los movimientos realizados en los brazos, pero esta vez en las piernas. Sostén la piernita del bebé entre tus manos y realiza un suave deslizamiento desde el muslo hasta los tobillos, siempre con movimientos delicados.
Al llegar a los pies, el masaje debe ser especialmente suave, ya que los bebés tienen los pies muy sensibles. Estimula la planta del pie frotando suavemente con tus pulgares, lo que no solo relajará al bebé, sino que también fortalecerá sus músculos y articulaciones.
5. Masaje en la espalda
Coloca al bebé bocabajo, atravesado sobre tus piernas, con su cabecita hacia el lado izquierdo. Sujeta las nalgas del bebé con firmeza con una mano y utiliza la otra mano para deslizarla desde el cuello hasta las nalgas, abarcando toda la espalda. Luego, realiza dos movimientos simultáneos: una mano va del cuello hacia las piernas, mientras la otra recorre la espalda desde las nalgas hasta el cuello.
Este movimiento es especialmente útil para aliviar tensiones acumuladas en las vértebras debido al tiempo que el bebé pasa acostado. Además, ayuda a mejorar la circulación y a relajar los músculos de la espalda.
6. Masaje en el rostro
El rostro es muy sensible, por lo que no se debe aplicar aceite en esta zona. Coloca al bebé boca arriba nuevamente y con la punta de tus dedos masajea la frente desde el centro hacia los lados. Continúa masajeando alrededor de los ojos, y desliza suavemente los dedos desde la parte alta de la nariz hasta las fosas nasales, siguiendo hasta la pera.
Este masaje facial no solo estimula el sistema sensorial del bebé, sino que también ayuda a descongestionar las vías respiratorias, promoviendo una respiración más fluida.
7. Estimulación de las orejas
Con el pulgar y el índice, toma suavemente el lóbulo de la oreja de tu bebé y realiza pequeños movimientos circulares hasta la parte superior de la misma. Este movimiento no solo estimula la musculatura, sino que también favorece el desarrollo de los sentidos como el oído, el gusto y el tacto.
8. Finalización con movimientos cruzados
Para finalizar el masaje, toma ambas manos del bebé y crúzalas sobre su pecho, abriéndolas y cerrándolas varias veces. Luego, cruza su brazo derecho con la pierna izquierda sobre su abdomen. Este movimiento es ideal para liberar tensiones en la región lumbar y estimular su equilibrio corporal.
Finaliza abrazando al bebé y disfrutando de este momento de relajación y conexión profunda. Recuerda que los masajes Shantala no solo tienen un impacto físico, sino que también son una forma de reforzar el vínculo emocional entre el bebé y el cuidador.
Si lo practicas con frecuencia, el bebé podrá obtener múltiples beneficios como una mejor regulación metabólica, más seguridad emocional y una musculatura fortalecida para su desarrollo temprano.
Beneficios del masaje Shantala
Además de ser una maravillosa experiencia de conexión entre el bebé y el adulto, el masaje Shantala ofrece múltiples beneficios:
- Fortalece los músculos y articulaciones del bebé, preparándolo para gatear y caminar.
- Ayuda a regular la digestión, evitando cólicos y acumulación de gases.
- Estimula el sistema nervioso, mejorando la coordinación y control motriz.
- Promueve un sueño más profundo y reparador.
Este masaje también tiene beneficios para los padres, como la reducción del estrés, una mayor confianza en el cuidado del bebé y la posibilidad de conocer mejor sus señales y necesidades.
El masaje Shantala es una práctica que, además de beneficiosa, fortalece el amor y la comunicación no verbal a través del tacto. Cuando se realiza de manera regular, se convierte en un momento de calma y felicidad para la familia.