Si tienes problemas de crianza y piensas que tus hijos no te escuchan o no te hacen caso, entonces es momento de que revalúes la manera de crianza que has escogido. Quizá no has escogido nada y simplemente has ido improvisado. Pero no es lo mismo criar que educar, y tus hijos necesitan que hagas bien las dos cosas, o que al menos lo intentes.
Deja las frustraciones a un lado, no permitas que los errores que puedas cometer hagan que pienses que eres un mal padre o una mala madre, ¡ni mucho menos! Simplemente hazte estas tres preguntas para saber qué camino debes seguir en la crianza de tus hijos.
Tres preguntas
Hazte estas tres preguntas para adoptar un enfoque consciente para cualquier problema de crianza que estés padeciendo ahora mismo.
- ¿Por qué mi hijo se está comportando de esta manera? Por ejemplo, tal vez se sienta estresado o no tenga las habilidades de comunicación para expresarse. O tal vez esté actuando de manera apropiada para su edad.
- ¿Cómo se siente mi hijo? Busca la razón subyacente detrás de su comportamiento. Quizás esté tristes o asustado. Quizás se sienta inadecuado. Quizás anhela tu atención.
- ¿Qué estoy tratando de enseñarle a mi hijo cuando lo disciplino? Tal vez quieras ayudarle a manejar sus emociones o comprender una buena higiene del sueño o comprender que hacer las tareas del hogar es parte de la vida en familia.
En última instancia, ya sea que nuestros hijos no nos escuchen o estén luchando con algún otro problema de comportamiento, una de las mejores cosas que podemos hacer es sentir empatía por ellos. Después de todo, como adultos, sabemos que no hay nada mejor que tener a alguien que nos escuche y trate de entender de dónde venimos y qué sentimos. ¡Tu hijo también necesita esto!