La vuelta al cole ya está al caer y en muchos hogares se empieza a notar en el ambiente escolar. Se compra nuevo material escolar, los días se comienzan a acortar y los niños se van a dormir más temprano para que cuando deban comenzar a madrugar, no les cueste tanto hacerlo. En realidad, después de casi 3 meses de vacaciones, el nuevo cambio a las rutinas y a la escuela puede hacer que los niños sientan un poco de desequilibrio emocional.
Todas las familias deben ajustarse de nuevo a las rutinas de la mañana, a que los niños se vayan a dormir a su hora… Y que se afronten algunos problemas comunes que los niños provocan en la vuelta al cole. La organización y la prevención serán imprescindibles para tener buenos resultados en esta transición de las vacaciones a las rutinas escolares.
A continuación te anticipamos algunos problemas que suelen ocurrir con la vuelta al cole y te damos los secretos para que los soluciones lo antes posible, ¡por el bien de todos!
No quiere despertar por la mañana
Es posible que tu hijo tenga problemas al despertar por la mañana y que le cueste cambiar sus hábitos veraniegos… Será necesario que establezcas una buena base de rutinas para ir a dormir cada día y comenzar ya para asegurarte de que tu hijo duerme lo suficiente.
Los niños de 3 a 5 años necesitan entre 10 y 13 horas de sueño, los niños de entre 6 y 12 años necesitan entre 9 y 12 horas). Ten en cuenta que las cosas que pueden interferir en el sueño de los niños deben tenerse bien controlados (comer chocolate cerca de la hora de dormir, un dormitorio incómodo, el uso de dispositivos móviles, etc).
No quiere volver a clase
Es muy comprensible que tu hijo no quiera volver a clase, ¡eso significa tener que hacer deberes y estudiar de nuevo! Se está demasiado bien con la flexibilidad del verano y cuesta volver a ponerse en marcha. El verano significa libertad, pasar más tiempo en casa o ir a sitios chulos en familia… cambiar de nuevo todo eso por normas y reglas, no es fácil para todo el mundo. ¡Incluso los adultos tienen el síndrome de depresión postvacacional por lo mismo! Se necesita tiempo para adaptarse de nuevo a todo.
Puedes intentar que el comienzo de la escuela sea atractivo y que le recuerdes todo lo bueno que tiene volver a ver a sus amigos, hacer actividades divertidas en el colegio, hacer excursiones y actividades que le gustan después de las clases. También, puedes poner en su horario diario un tiempo de ‘tiempo libre’ para que vea que no todo son obligaciones y que también, podrá tener un rato flexible donde sentirse a gusto y bien.
Está triste porque se acaban las vacaciones
Al acabar las vacaciones puede que tu hijo se sienta triste, pero también es más que probable que sienta cierta ansiedad por volver a clase. No es fácil para ellos y pueden sentirse molestos por volver a la escuela…. Se sienten inseguros por la incertidumbre de todo. Quizá tengan nuevos compañeros o maestros y sienten ansiedad por si no encajan. Puede ser un ambiente desconocido y por tanto, lo puede percibir como algo amenazante.
En este sentido, será buena idea que tu hijo juegue con otros niños fuera del colegio, en el parque por ejemplo. También deberás asegurarte de que tu hijo duerme lo suficiente y que está bien alimentado, porque ambas cosas pueden ayudarle a calmar el estrés y la ansiedad. Haced actividades divertidas que hacíais en verano (como hacer excursiones, cenar en el porche o cosas interesantes los fines de semana), así se sentirá motivado por el paso de los días.
Las peleas en la hora del desayuno
Hay veces que las mañanas se pueden convertir en toda una pelea, sobre todo cuando hay prisas y los niños parece que van a cámara lenta por el sueño o el cansancio. Cuando esto ocurre será necesario que exista planificación y preparación la noche anterior, porque esto marcará una gran diferencia en vuestras mañanas familiares de lunes a viernes.
La noche anterior se deberá dejar preparada la ropa para que tus hijos sepan qué ponerse rápidamente, la mochila bien cerrada con todo lo necesario dentro, y también será importante dejar los almuerzos preparados la noche anterior o prepararlos junto con el desayuno antes de que se despierten tus hijos, es decir, que tendrás que levantarte un poco antes de que lo hagan tus hijos.
Es importante pensar bien en los desayunos y los almuerzos de los niños porque su alimentación es crucial para que puedan tener una buena concentración en la escuela y una buena salud en general.
Odia hacer los deberes
Cuando los niños sienten aversión por algo, es probable que no quiera hacerlo bajo ninguna circunstancia. Si tu hijo odia hacer los deberes quizá sea porque tiene que hacer demasiados, porque no sabe hacerlos, o porque le quita demasiado tiempo como para realizar otras actividades también importantes en su desarrollo: jugar y crecer siendo niño.
Si tus hijos se estresan con los deberes en la escuela o pasa demasiado tiempo haciéndolas, tendrás que hablar con el maestro de tu hijo para saber cómo puedes ayudarle a mejorar. Habla con otros padres para saber si les ocurre lo mismo con los deberes y si tienen demasiados, quizá sea buena idea buscar una solución. Para que el tiempo de deberes sea más efectivo, establece un área de deberes que sea tranquilo y cómodo y permite que tenga su propia autonomía. Ayúdale cuando lo necesite pero no le hagas sus cosas.
Quizá para tu hijo no sea sencillo el cambio y que el comienzo de la escuela no sea tan bonito como imaginaste. Es necesario que ayudes a tu hijo a que todo sea más fácil y que se dé cuenta de que el comienzo de la escuela solo es un comienzo de una nueva etapa. La vuelta al cole puede ser divertida, además que les aportará seguridad a tus hijos.