Sentir miedo o ansiedad por la oscuridad es una reacción natural de los niños y que todos en menor o mayor medida hemos pasado cuando éramos pequeños. Hay que sentir empatía con este tipo de situaciones y no hacer pequeñas burlas al respecto, tenemos que ser conscientes que forma parte de su desarrollo y que es más común de lo que creemos.
Desde que los niños son muy pequeños este miedo ya se puede combatir involucrándoles en historias o hechos para que tengan ese contacto con la oscuridad. Hay actividades o juegos que pueden ayudar y se pueden ejecutar para que así en el momento de que llegue la noche sea el mejor momento para el descanso y no de la preocupación.
Tips para vencer el miedo a la oscuridad
Las edades que más frecuentan el miedo a la oscuridad suelen ser entre los tres y los cinco años. Hay niños que comienzan ha experimentar este temor a los 18 meses y otros que pueden hacer manifestarlo hasta los ocho o nueve años de vida. Si seguimos una serie de tips podremos paliar y lograr que superen este miedo desde que son muy pequeñitos:
1. Evita las situaciones que pueden provocar su miedo
Antes de ir a la cama se aconseja que el niño deba de evitar todo aquello que pueda visualizar y le puede hacer crecer su miedo. Las películas, los programas de televisión o que escuche alguna historia de miedo puede asustarlo.
2. No forzar la situación
No hay que quitar importancia a su miedo ni hacer una pequeña burla en el momento de meterlo en la cama. Es desaconsejable dejarlo en la habitación si existe ese miedo y encerrarlo para que lo supere, ni tampoco castigarlo a oscuras en su habitación.
3. Demuestra que la casa es segura
Hay que hacer que se sientan seguros en todos los rincones de la casa y en especial en aquellos lugares dónde tenga miedo. La táctica que solemos emplear es la de ir con ellos a todos esos lugares y cerciorarnos de que no hay nada.
Pero lo podemos hacer de otra forma más divertida: se pueden hacer juegos, pequeñas limpiezas o proponer excusas que hagan que tengan que frecuentar esos lugares. Los sitios más comunes suelen ser debajo de la cama, los armarios o los huecos de detrás de las puertas o cortinas. Podemos hacer que entren en todos esos lugares y así con una especie de juego o algún pretexto podemos hacer que vean que no hay nada que temer en esos lugares.
4. Dejar una lampara o luz tenue en la habitación
Las luces tenues ayudan a muchos niños a sentir seguridad a la hora de dormir. Hace que no haya oscuridad total y que se ilumine la habitación, pero de forma suave. Hay que mantener la luz con el mismo tono e incluso cuando necesite la ayuda de sus padres de forma ocasional. Si por un casual necesitan de nuestra ayuda, no hay que encender la luz normal de la habitación de forma drástica, hará que vuelva a comprobar que puede tener miedo a la oscuridad.
5. Implanta rutinas naturales y relajantes
Las rutinas comienzan desde que son muy pequeños: un baño relajante, un biberón o vaso de leche caliente e incluso un cuento. Son pequeños detalles que hacen que el niño sea inducido al sueño. Hay padres que complementan esta táctica con una suave música relajante o con algún proyector de luces.
Otros elementos que funcionan es que se pueda sentir acompañado con algún juguete o su peluche preferido, nosotros podemos complementar su descanso arropándolo bien en la cama y con un beso de buenas noches.
Todos estos tips los podemos complementar con otro tipo de estrategias que también funcionan. Se pueden hacer juegos para superar el miedo a la oscuridad o leer cuentos que les ayude a vencer este miedo. Es importante que siempre que el niño haya vencido en un momento concreto su miedo con valentía hay que felicitarlo, eso le ayudará mucho más a saber que puede superarlo.