El ser humano es social por naturaleza, nos relacionamos de forma innata con otras personas tenemos capacidad de mostrar afecto de muchas maneras diferentes. Pero sin duda, la forma más sincera de mostrar cariño, respeto, simpatía, empatía o amor, entre otras, es dar un abrazo. De hecho, existen estudios que determinan que un abrazo prolongado, de más de 20 segundos, genera alteraciones fisiológicas. Es decir, se libera oxitocina, conocida como la hormona del amor.
En definitiva, el acto de dar y recibir un abrazo, es la forma más primitiva que tenemos para mostrar un sinfín de sentimientos. Algo que sin duda está afectando emocionalmente a millones de personas, ya que la pandemia nos ha robado muchas cosas, entre otras, la posibilidad del contacto humano de la forma habitual. Hoy en día, no es posible tocar, besar, ni abrazar a todo el mundo, porque la salud de todos está en riesgo.
No obstante, existen otras formas de abrazar, que aunque no suplen al ansiado contacto físico, al deseado abrazo, ayudan a mitigar el dolor de no poder mostrar ese cariño de esa forma tan natural. Por ello, en el Día Internacional del Abrazo, buscamos alternativas al abrazo tal y como lo conocemos. Porque la pandemia nos ha robado el contacto humano, pero no las ganas de demostrar afecto a otras personas.
Cómo dar un abrazo sin tocar
Cuando quieres abrazar a una persona, es porque en ese momento sientes la necesidad de demostrar tu cariño, amor, afecto, compañía, solidaridad o amistad, entre otros. El abrazo es la forma de comunicación más efectiva que existe, porque sin utilizar palabras, puedes expresar tanto o más que con el lenguaje hablado. Pero en esta situación, antes de lanzarte a los brazos de tus seres queridos, puedes intentar mostrar tu cariño con estos otros gestos.
- Con la mirada: En estos momentos en los que la cara queda oculta con la mascarilla, la mirada se ha convertido en la forma más esencial de expresar sentimientos y emociones. Tu mirada habla por sí sola, cuando estás triste, preocupada, cuando sientes alegría o amor, tus ojos lo evidencian. En estos momentos más que nunca debemos ser conscientes de ello, porque con la mirada también se puede abrazar.
- Juntando los brazos en el pecho: En cruz, con los puños cerrados y llevando los brazos hacia el pecho. De esta forma, expresamos a la otra persona que le abrazamos con fuerza.
- Llevando la mano al corazón: Mira a los ojos a la persona que te gustaría abrazar, llévate la mano al corazón y deja que los sentimientos afloren.
Dar un abrazo de forma segura
En estos momentos lo primordial es proteger la salud de todos, por lo tanto, es fundamental evitar el contacto físico con aquellas personas con las que no convives. No obstante, si se da la necesidad de tener que abrazar a una persona, es muy importante extremar las precauciones y tener en cuenta algunos consejos.
- Medidas de seguridad: La mascarilla siempre debe estar bien puesta, hay que utilizar gel hidro alcohólico o lavarse muy bien las manos antes de tocarse y el abrazo debe ser lo más breve posible,
- Nunca junta las caras: La forma más segura de abrazar a otra persona es desde la espalda, evitando que las mejillas entren en contacto. Si abrazas de frente, las cabezas deben estar giradas en direcciones opuestas.
- No hablar durante el abrazo: De esta forma, se evita la exposición al virus a través de las gotitas de saliva que puedan quedar suspendidas al hablar.
- Los niños pueden abrazar por la cintura o las rodillas: Los pequeños son los que más están sufriendo por la falta de contacto, para ellos, no poder tocar o abrazar a sus abuelos o seres queridos es algo difícil de entender. En este caso, los pequeños pueden abrazar por las rodillas o la cintura. Eso sí, deben llevar la mascarilla puesta en todo momento y lavarse las manos muy bien antes y después del contacto.
No poder tocar, ni besar o abrazar a las personas por las que se siente cariño, es algo muy doloroso y difícil de llevar. Pero si todo el mundo se compromete en la misma lucha, pronto la pandemia quedará estabilizada y la vida podrá recobrar su rumbo habitual.