Existen muchas actividades que podemos hacer con los mas pequeños para ayudarles a trabajar todos los sentidos mientras se divierten. La actividades sensoriales son entre estas algunas de las mejores en edades tempranas. Por eso hemos querido hoy compartir cuatro actividades sensoriales para niños.
Todos los niños pueden beneficiarse del juego sensorial, pero resultan especialmente interesantes para aquellos de 1 a 3 años. No solo adquirirán nuevas habilidades sino que les servirán para relajarse y divertirse. Toma nota de todos sus beneficios y realiza en casa alguna de estas actividades con tus hijos.
Beneficios de la estimulación sensorial
Cualquier actividad que estimule un área de los sentidos del niño puede describirse como sensorial. Estas actividades facilitan al niño explorar el mundo y aprender de forma lúdica. Además este tipo de juego se ha vinculado al desarrollo de conexiones nerviosas en las vías cerebrales. ¡Descubre todos sus beneficios!
- Estimulación del lenguaje: Explorando diferentes texturas, sonidos y estímulos visuales, los niños desarrollan una mayor conciencia de su entorno y aprenden a asociar palabras y conceptos con esas experiencias sensoriales.
- Desarrollo cognitivo: Las actividades sensoriales ayudan a fortalecer las conexiones neuronales en el cerebro de los niños, lo que a su vez mejora su capacidad de atención, concentración, memoria y resolución de problemas.
- Desarrollo de habilidades motoras: al exponer a los niños a diferentes estímulos sensoriales, se promueve el desarrollo de habilidades motoras como son la coordinación ojo-mano, el equilibrio, la fuerza muscular y la destreza manual.
- Mejora de la integración sensorial: Al proporcionar una variedad de estímulos sensoriales, se puede ayudar a los niños a mejorar la integración sensorial, que es la capacidad del cerebro para procesar y organizar la información sensorial recibida.
Actividades para niños de 1-4 años
Como ya hemos adelantado estas actividades resultan especialmente beneficiosas para niños de edades comprendidas entre 1 y 3 años así que hemos querido centrar principalmente en ellos. Si estas pensando en actividades para disfrutar juntos esta Navidad, toma nota de estas cuatro actividades sensoriales para niños que puedes hacer en casa.
Caminar sobre diferentes texturas
Crear un camino utilizando diferentes materiales y texturas que los mas pequeños puedan recorrer resulta divertido, estimulante y beneficioso para ellos. Y resultará muy sencillo para ti ya que puedes usar un sin fin de materiales como: algodón, semillas, arroz, arena, piedras, fieltro, cartones de huevos, papel de burbujas, estropajos… Incluso líquidos, colocándolos siempre dentro de recipientes a los que los niños puedan acceder solos o dándoles la mano.
No hay que forzar al niño; estos deben sentirse seguros y cómodos durante estas caminatas sensoriales. Si no quiere pisar una determinada textura podemos animarlo a hacerlo o hacerlo primero nosotras, pero nunca, bajo ningún concepto, empujarle a hacerlo.
Los beneficios de la caminata sensorial son numerosos: enfrenta al niño a texturas y sensaciones nuevas que identificarán con una emoción, les enseña a mantener el foco en lo que están pisando y en lo que están sintiendo al hacerlo, y fortalece su equilibrio y seguridad.
Pintar con las manos
Es una de las primeras actividades artísticas que suelen tener los niños: pintar con los dedos. Aunque se trata de una actividad sencilla en la que basta con poner pintura en algunos recipientes y extender un papel en el sueño para que los niños pinten, cumple una función importante en su desarrollo.
Pintar con los dedos no solo es una actividad beneficiosa para el desarrollo motor, sino que prepara las manos de los niños para las habilidades de escritura. Les permite, además, desarrollar su creatividad y experimentar con los colores. Y por si lo anterior fuera poco les hace trabajar el control y el equilibrio al pintar en el suelo.
Mesa de experimentación
La mesa Flisat de Ikea se ha convertido en la mesa reina cuando se trata de ofrecer a los mas pequeños una mesa de experimentación. Una actividad que nos parece muy interesante y que podemos ir actualizando con cada estación del año.
Para esta actividad necesitas una mesa similar a la mesa Flisat y distintos materiales propios de cada estación. En invierno, por ejemplo, podrías colocar en la mesa tierra mojada, hojas de pino, piñas, bolas de árbol, una granada, utensilios de cocina de madera y algún recipiente también de madera. Lo ideal es que coloques la tierra en una bandeja, los elementos naturales en otra y los utensilios y recipientes de madera en la última.
La clave aquí es que el niño no vea la preparación sino que se encuentre con estos materiales ya organizados y que pueda jugar libremente con ellos por lo que asegúrate de proteger el suelo. La idea es que le invites a tocar cada elemento explicándoles qué es pero no para que se utiliza o como se utiliza y después pases a un segundo plano y supervises.
Con esta actividad sensorial los niños conocen nuevos materiales, aumentan su vocabulario, trabajan la motricidad fina y los trasvases. También experimentan el tacto y el olor y observan las diferencias entre los diferentes materiales en forma, peso, color… Además, fomentas el juego libre y desestructurado.
Modelar con plastilina
¿Cuántas horas te pasaste de pequeña jugando con la plastilina? Algo tan sencillo como la plastilina proporciona horas de diversión a los mas pequeños al mismo tiempo que estimula su creatividad, su imaginación y le ayuda a desarrollar habilidades motrices y cognitivas.
Junto con la plastilina proporciona al pequeño materiales con texturas que puedan ayudarle a trabajar la plastilina sin ser consciente de ello: un cortador de pastas rizado, un estampador de galletas, un cepillo de dientes viejo…