Cuando un hijo pequeño se pone enfermo, para los padres es una gran preocupación. En el caso de que tu hijo tenga placa en la garganta o anginas, es normal que busquéis soluciones rápidas y efectivas para aliviar su malestar. Pero, ¿deben tomar antibióticos para las placas en la garganta los niños?
Es cierto que hay veces que los médicos recetan antibióticos para tratar estas infecciones, aunque resulta fundamental comprender cuando es necesario hacerlo y cuándo no. A continuación vamos a abordar todos estos temas que inquietan a los padres para que, si te ocurre, puedas tomar decisiones acertadas en cuanto a la salud de tus hijos.
¿Cuándo tomar antibióticos para placas en la garganta?
Si tu hijo tiene placas en la garganta que suelen ocurrir por infecciones bacterianas, el pediatra puede recetar antibióticos para combatir la infección y así aliviar los síntomas. Aunque debes saber que no todos los casos de placas en la garganta requieren antibióticos.
Los antibióticos son eficaces contra las infecciones bacterianas, pero no tienen ningún efecto sobre las infecciones virales, que también pueden causar síntomas similares. Por lo tanto, antes de considerar el uso de antibióticos, es fundamental que un pediatra realice una evaluación adecuada de la salud de tu hijo y confirme si la infección es de origen bacteriano.
Usos de los antibióticos
A continuación vamos a explicarte cuáles son los usos más habituales de los antibióticos, así tendrás más información al respecto.
Infección bacteriana
Si se realizan pruebas de laboratorio y se identifican bacterias como la causa de la infección, el médico puede recetar un antibiótico específico para combatirla. De todos modos, será el pediatra el que valore su administración correcta.
Síntomas graves o complicaciones
Si tu hijo presenta fiebre alta persistente, dolor de garganta intenso, dificultad para tragar, inflamación de los ganglios linfáticos o cualquier otra complicación, es probable que se receten antibióticos para prevenir complicaciones más graves.
Riesgo de complicaciones
Algunos niños tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones debido a una infección bacteriana en la garganta. Esto puede incluir niños con sistemas inmunológicos debilitados o antecedentes de problemas de salud subyacentes. En estos casos, el uso de antibióticos puede ser necesario.
Es importante tener en cuenta que solo un pediatra podrá valorar si el uso de antibióticos es necesario para tratar las placas en la garganta de tu hijo. Nunca aumentes la dosis ni lo administres menos tiempo del indicado. En ningún caso se debe automedicar a los niños (ni a nadie) con antibióticos. Siempre deberá estar supervisado por un facultativo médico.
¿Por qué a veces es necesario tomar antibióticos?
La decisión de utilizar antibióticos para tratar las placas en la garganta de un niño se basa en varios factores importantes. Los antibióticos pueden ser necesarios en ciertos casos, y es importante tenerlo en cuenta para el buen cuidado de nuestros hijos.
Eliminar la infección bacteriana
Los antibóticosenio esencial para tratar las infecciones bacterianas, ya que estos medicamentos están diseñados para matar o inhibir el crecimiento de las bacterias. Al eliminar las bacterias causantes de la infección, los antibióticos ayudan a aliviar los síntomas y acelerar la recuperación de su hijo.
Prevenir complicaciones
Las infecciones bacterianas en la garganta pueden provocar complicaciones graves si no se tratan adecuadamente. Estas complicaciones pueden incluir abscesos en la garganta, infecciones de los senos paranasales, fiebre reumática, inflamación de los riñones y otras afecciones potencialmente peligrosas.
En ciertos casos, el uso de antibióticos puede prevenir estas complicaciones y proteger la salud de tu hijo.
Reducir la propagación de la infección
Las infecciones bacterianas en la garganta son contagiosas y pueden propagarse fácilmente entre personas. Al tratar la infección con antibióticos, se reduce la carga bacteriana en la garganta de tu hijo, lo que ayuda a prevenir la propagación de la infección a otros.
Es importante resaltar que los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales, como los resfriados o la gripe. Estas infecciones son causadas por virus y no responden al tratamiento con antibióticos. El uso inapropiado de antibióticos para tratar infecciones virales contribuye al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que dificulta el tratamiento de infecciones bacterianas más graves en el futuro.
¿Cuándo consultar al pediatra?
Si tu hijo presenta síntomas de placas en la garganta, es importante estar atentos a su evolución y buscar atención médica cuando sea necesario. Pero, ¿qué situaciones son las que se deben tener en cuenta para avisar al pediatra? Te lo contamos a continuación.
Persistencia o empeoramiento de los síntomas
Si los síntomas de su hijo no mejoran después de unos días de cuidados en el hogar, como descanso, aumento de líquidos y analgésicos para el dolor, es importante buscar atención médica. Esto puede indicar una infección bacteriana que requiere tratamiento con antibióticos.
Fiebre alta o persistente con antibióticos
Si tu hijo tiene fiebre alta (generalmente por encima de 38’5°C) que no baja con medicamentos para bajar la temperatura, es recomendable consultar al pediatra. La fiebre alta puede ser una señal de infección bacteriana que requiere tratamiento adecuado.
Dificultad para respirar o tragar
Si te has dado cuenta de que tu hijo tiene dificultad para respirar, respiración rápida o dificultad para tragar los alimentos o líquidos, debe buscar atención pediátrica de inmediato. Estos síntomas pueden indicar complicaciones graves que requieren evaluación y tratamiento urgente.
Inflamación de los ganglios linfáticos
Si nota una inflamación significativa y dolorosa de los ganglios linfáticos en el cuello de tu hijo, debe consultar al pediatra. Esto podría ser una señal de una infección bacteriana más grave que requiere tratamiento con antibióticos.
El pediatra es la persona indicada para que pueda orientarte en la salud de tu hijo. Así podrás obtener un diagnóstico adecuado y recibir las indicaciones adecuadas. Podrá evaluar los síntomas, realizar pruebas si es necesario y determinar si el uso de antibióticos es apropiado.
Por qué no se debe abusar de los antibióticos
Aunque los antibióticos son herramientas poderosas para combatir las infecciones bacterianas, su uso inadecuado o excesivo puede tener consecuencias negativas tanto para la salud de tus hijos como para la sociedad en general. Aquí hay algunas razones por las que no se debe abusar de los antibióticos.
Resistencia bacteriana a los antibióticos
El abuso y uso excesivo de antibióticos han llevado al desarrollo de resistencia bacteriana. Las bacterias son organismos que pueden adaptarse y volverse resistentes a los antibióticos con el tiempo.
Cuando se usan antibióticos innecesariamente o de manera inadecuada, las bacterias más fuertes sobreviven y se reproducen, creando nuevas cepas resistentes a los medicamentos. Esto significa que en el futuro, las infecciones bacterianas pueden volverse más difíciles de tratar y requerir opciones de tratamiento más fuertes y costosas.
Efectos secundarios y riesgos para la salud
Los antibióticos, como cualquier otro medicamento, tienen efectos secundarios potenciales. El uso innecesario o incorrecto de estos medicamentos aumenta el riesgo de experimentar efectos secundarios indeseables, como problemas gastrointestinales, erupciones cutáneas, alergias e incluso infecciones por hongos.
El uso excesivo de antibióticos puede alterar la microbiota normal del cuerpo, que es importante para la salud general y la función inmunológica.
Costos económicos
El uso excesivo de antibióticos no solo afecta la salud individual, sino también la economía en general. El tratamiento de infecciones resistentes a los antibióticos puede ser costoso y requerir medicamentos más caros, pruebas adicionales y hospitalizaciones prolongadas. Esto aumenta la carga económica tanto para las familias como para el sistema de atención médica en su conjunto.
Preservación de la eficacia de los antibióticos
Los antibióticos son un recurso valioso y limitado. Es importante utilizarlos de manera responsable para preservar su eficacia a largo plazo. Al limitar el uso innecesario y abusivo de los antibióticos, podemos garantizar que sigan siendo una opción efectiva para tratar infecciones bacterianas graves en el futuro.
Alternativas y medidas para aliviar las placas en la garganta sin antibióticos
Si tu hijo tiene placas en la garganta pero el pediatra te ha dicho que no hace falta antibióticos, existen algunas alternativas para aliviar los síntomas. Estas medidas son orientativas, siempre deberás hacer caso a las recomendaciones del pediatra.
Descanso y cuidado adecuado
Es importante que tu hijo descanse lo suficiente para permitir que su cuerpo se recupere. Proporciona un ambiente tranquilo y cómodo para que descanse y duerma adecuadamente. Debes asegurarte de que beba líquidos abundantes para mantenerse hidratado.
Alivio del dolor
Puedes utilizar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, para aliviar el dolor de garganta y reducir la fiebre si está presente. Sigue siempre las instrucciones de dosificación adecuadas y consulta al farmacéutico si tienes alguna duda.
Gárgaras con soluciones salinas
Las gárgaras con agua tibia y sal pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación en la garganta. Mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y haz que tu hijo haga gárgaras varias veces al día, asegurándote de que no lo trague.
Hidratación y alimentos suaves
Motiva a tu pequeño a beber líquidos tibios, como caldos o infusiones de hierbas, puede ayudar a aliviar la garganta irritada. También puedes optar por alimentos suaves y fáciles de tragar, como purés, yogur o helado.
Humidificación del ambiente
Mantener un ambiente húmedo en la habitación de tu hijo puede ayudar a aliviar la sequedad y la irritación en la garganta. Puedes utilizar un humidificador o colocar recipientes con agua cerca de las fuentes de calor.
Con todos estos consejos tu hijo mejorará rápidamente de las placas en la garganta, pero recuerda consultar siempre con el pediatra ante cualquier duda o inquietud.