El broncoespasmo es una afección respiratoria que puede causar dificultad para respirar, tos persistente, sibilancias y sensación de opresión en el pecho a bebés y niños. Identificar el broncoespasmo en bebés y niños es esencial para actuar de forma eficiente, pero ¿cómo hacerlo?
En Madres Hoy hablamos hoy sobre los síntomas del broncoespasmo en bebés y niños y de la importancia de identificarlo y actuar con prontitud. Además, compartimos algunos consejos sobre como prevenirlo especialmente durante los primeros meses del bebé.
¿Qué es el broncoespasmo?
Las principales causas del broncoespasmo en esta etapa de la vida incluyen infecciones respiratorias, alergias, contaminación del aire y cambios bruscos de temperatura. Puede manifestarse como consecuencia del asma, una enfermedad crónica de las vías respiratorias. Y en el caso de los bebés, la bronquiolitis, una enfermedad que surge siempre a raíz de una infección vírica, es una de las principales causas de broncoespasmo.
Hay niños que presentan en los primeros años de vida episodios repetidos de sibilancias. En estos casos se habla de broncoespasmos de repetición. Ocurre cuando los bronquios de los niños son más sensibles ante diferentes estímulos. En estos casis es frecuente que presenten episodios de broncoespasmo asociados a catarros o cambios de tiempo, fundamentalmente en invierno. Por suerte estos episodios pueden mejorar con la edad e incluso desaparecer.
Los síntomas
El sonido que hace el bebé o niño al respirar, y que se asemeja a un leve silbido, es el que suele alertar a los padres y les hace tomar la decisión de llevarles al pediatra. Pero además de este silbido, la falta de aire también provoca que los niños respiren de forma acelerada.
En el caso de los bebés, se puede identificar fácilmente porque al tumbarlos boca arriba se puede percibir como sus costillas se meten hacia dentro al respirar, mas de como lo hacen habitualmente. Pero no es algo con lo que debas obsesionarte. Los primeros síntomas son suficientes para consultar al pediatra.
¿Cómo prevenirlo?
La forma de prevenir los broncoespasmos es evitando y controlando las infecciones que lo provocan. Y aunque no siempre podamos evitarlas bueno es seguir, especialmente durante los 6 primeros meses del niño los siguientes consejos.
- No quedar con personas que estén resfriadas o atravesando un proceso catarral. Concretamente durante los 6 primeros meses de vida y específicamente en aquellos bebés nacidos a finales del verano y que se enfrentan al invierno, cuando estas infecciones se multiplican, muy pequeños las visitas debieran restringirse a personas muy cercanas y de confianza.
- Limpiar las superficies que utilice el niño o bebé y ventilar los espacios. Desinfectar el cambiador y la bañera, cambiar las sábanas con frecuencia y ventilar su habitación así como su colchón con asiduidad puede ayudarte a prevenir esas infecciones.
- Tener una buena higiene de manos. Cuando tratamos con bebés una buena costumbre es lavarse las manos con asiduidad.
¿Sabias que en el caso de los bebés la lactancia materna es una de las mejores vías de prevención? Es así porque nutrimos al peque con nuestros propios anticuerpos, previniéndole de este tipo de infecciones. Sin embargo, no conviene confiarse y se deben tomar las mismas medidas para prevenirlo, ya que no está libre de que ocurra.
¿Cómo tratarlo?
Tratar el broncoespasmo implicar abrir las vías respiratorias y para ello se usa comúnmente un broncodilatador que en el casó de los bebés y niños se administra de forma inhalada, mediante cámara o aerosol. Además podría ser necesario un corticoide oral para disminuir la inflamación de las vías respiratorias, pero solo el pediatra tras explorarle podrá decidir el mejor tratamiento.
Ahora que sabes en que consiste el broncoespasmo en bebés y niños podrás detectarlo y actuar con mayor eficacia para aliviarlo.