Recuerda que el taekwondo es una disciplina, un arte marcial, en concreto el arte de golpear con los pies y las manos, cuya filosofía se basa en los principios de cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable.
Edad mínima para practicar Taekwondo
La edad ideal para comenzar a entrenar el taekwondo es alrededor de los 4 o 5 años. En esta etapa los niños y niñas ya han comenzado a desarrollar muchas de las habilidades físicas que necesitan para su práctica.
También suele haber clases de iniciación para niños de 2 y 3 años, como primer acercamiento. En cualquier caso, los entrenadores valorarán las capacidades y habilidades del niños. A veces es mejor esperar para no generar posibles frustraciones y rechazos posterior.
El taekwondo como cualquier otra arte marcial, o disciplina deportiva exige perseverancia. Y a medida que el niño o la niña crezca y se involucre más en su práctica necesitará más horas de entrenamiento. El rol de los padres es el apoyar y animar a sus hijos, sin exigirles demasiado, ni condicionar la práctica a los resultados académicos o los comportamientos en la casa.
Beneficios físicos para los niños
Hemos adelantado como beneficio físico del taekwondo la mejora de la elasticidad, la fuerza, la coordinación y la resistencia. Aparte, al ser un sistema de combate mejora sus reflejos, aumenta la resistencia cardiovascular y potencia el conocimiento del cuerpo.
Otros beneficios físicos son la mejora de las capacidades de coordinación, y el control de bastantes movimientos básicos que permitirán, al niño, en un futuro realizar de forma óptima otros trabajos deportivos.
Una de las ventajas del taekwondo es que templa el carácter de los niños. Se ha visto importantes logros en aquellos niños y niñas que son muy agresivos. Estos se vuelven más tranquilos y conscientes. Este es uno de los deportes que se recomienda para niños con TDAH, en especial para aliviar síntomas como la impulsividad y la hiperactividad. Por el contrario los más introvertidos y tímidos obtienen mayor confianza, iniciativa y autovaloración. Además, aunque se trate de un deporte individual las clases a las que acude son grupales, dentro del entrenamiento se fomenta el compañerismo y se le da la importancia que cada niño requiere dentro del grupo.
Beneficios mentales y de conocimiento del taekwondo
El taekwondo no es simplemente un deporte de fuerza, o de lucha, como muchos padres creen, sino que implica una actitud mental. El taekwondo, como otros deportes y disciplinas aumenta la producción dedopamina, serotonina y norepinefrina a nivel cerebral. Esto provoca cambios positivos en la capacidad de atención de los niños, que se traslada, la mayoría de las veces en mejoras de rendimiento escolar.
Uno de los principios básicos del taekwondo es el respeto. Respeto hacia la familia, los entrenadores y los compañeros. Aunque el niño no comparta los puntos de vista, habrá aprendido a respetarlos. Es cierto que en la práctica se aprenden técnicas de ataque y defensa personal, pero si llevas a tu hijo a una buena escuela, y además se lo inculcáis en casa, entenderán que sólo se puede hacer uso de ellas si es imprescindible.
Con la práctica los niños aprenden a adelantarse a los movimientos del adversario, y distinguirán cuándo un movimiento está mal ejecutado Esa capacidad de análisis llegarán a aplicarla en otros ámbitos. Por último, pero no menos importante a través de este deporte el niño accederá a otras enseñanzas culturales, se interesará por otras costumbres, tradiciones y formas de pensar de otros lugares.