Si este verano, estando embarazada, has pasado más calor de lo normal, no te preocupes, porque estar embarazada ya hace que suba la temperatura corporal. Esto es debido por los cambios hormonales, Si estas en estado avanzado el calor puede llegar a provocarte el parto, y hacer que el bebé nazca antes.
Te contamos algunos y consejos para que tú y tu casa estéis más fresca, y así soportar mejor los calores del verano, Además debes tener especial cuidado con las olas de calor. Te guste o no, eres población de riesgo ante este fenómeno.
¿Por qué aumenta la temperatura interna durante el embarazo?
El primer indicio de cómo afecta el calor en las embarazadas es que se le hinchan los pies. Esto es porque los vasos sanguíneos se contraen para intentar mantener refrigerado el cuerpo, lo que provoca la inflamación. Además embarazadas también tienen una sensación de quemazón en las plantas de los pies.
Durante el embarazo es normal sentir calores repentinos y cambios de humor, y no creas que te vas a deshacer de ellos tras el parto, muchas veces continúan ahí. La causa de ambas cuestiones es la fluctuación de las hormonas. En particular el descenso del estrógeno es lo que causa los calores repentinos.
Estos calores afecta más a la cabeza, el cuello y el pecho, y duran desde unos segundos a unos minutos. Suelen ser más comunes durante el segundo y tercer trimestre, así que cuidado si te pillan en época estival.
Recomendaciones generales para pasar el calor
Estas recomendaciones contra el calor puedes aplicarlas para toda la familia. Ninguna de ella te perjudicará y te hará más llevaderos los días de verano.
Hidrátate, así evitarás una deshidratación y algún susto por repentinas bajadas de tensión. Aunque no tengas sed, bebe agua. Yo tengo puesta una alarma en el móvil cada hora para beber un par de vasos de agua. Si al agua le añades limón o trocitos de aloe, sí como lo lees, te refrescará el doble. En este sentido también puedes aprovechar las jugosas frutas del verano para comerlas entre comidas. No te recomendamos algunas bebidas hidratantes, por su alto contenido en azúcar, que en exceso es enemiga nuestra y del bebé.
Viste con ropa ligera y fresca. Mejor si es de algodón, es más natural y elimina el sudor ya que lo absorbe. Echa siempre en el bolso, o ten a mano un abanico. Este invento tan práctico te ayudará a aliviar el calor.
En casa mantén las estancias ventiladas, aprovecha la primera hora de la mañana o por la noche si tienes mosquiteras en las ventanas. También báñate y toma duchas con frecuencia. Es una de las mejores opciones para refrescar el cuerpo y luchar contra los molestos y dichosos sofocos.
¿Qué deben hacer las embarazadas ante un golpe de calor?
Si el calor es muy elevado puedes sufrir un golpe de calor, y puede que la temperatura corporal de la embarazada supere los 39 grados. Además de este síntoma tendrás mareos, vértigos, vómitos, pulso acelerado, dolor de cabeza y piel enrojecida o sarpullidos. No lo pienses dos veces, pide ayuda y acude lo más rápido posible a un hospital.Este golpe de calor, además de afectarte a ti, también afecta al bebé.
Antes de llegar al golpe de calor intenta bajar tu temperatura corporal, pero no de manera brusca. Esta debe ser progresiva. Lo principal es recuperar el líquido que nuestro cuerpo a perdido. Olvida beber agua helada en este momento. Y lo mismo ocurre con las duchas, en este momento mejor compresas de agua fresca en las muñecas, tobilllos y la frente. Y, lo que hemos dicho antes, acude a un hospital lo antes posible.
Ante un golpe de calor, y su tu estado de gestación es avanzado, es posible que se produzcan contracciones uterinas. Estas contracciones vienen provocadas por el estrés que las embarazadas sienten en los episodios de calor. Con estas contracciones aumenta la producción de las hormonas como la oxitocina y la prostaglandina, que son las que desencadenan el parto. Por eso algunos ginecólogos creen en las épocas de calor aumentan los partos prematuros.
