El 29 de septiembre fue declarado Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, y es que en países desarrollados se desperdicia un tercio de los alimentos que consumimos. Esto es de los alimentos que compramos, al menos un tercio, va directamente a la basura. Esta imagen no casa, para nada con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, enfocado a la producción y el consumo responsables.
Si quieres concienciar a tus hijos para no desperdiciar alimentos, te damos unas cuantas ideas y recursos. Pero la mejor manera es el ejemplo, de nada sirve saber lo que hay que hacer si no se pone en marcha.
Campañas para concienciar en la escuela y en el hogar
Distintas organizaciones y entidades públicas llevan años trabajando, a través de material didáctico y campañas, para concienciar a los niños, y a los adultos a no desperdiciar alimentos. Algunas de estas organizaciones son desde la propia FAO, hasta organizaciones más modestas como PROCLADE, PROYDE, o Madre Coraje. Puedes consultar on line, y descargarte en PDF la Guía práctica para reducir el desperdicio alimentario en centros educativos, Buen Aprovecho, que también te puede servir para tu casa.
Desperdiciar alimentos tiene repercusiones ecológicas, económicas y sociales. Cada alimento que acaba en la basura, que se desperdicia, es dinero que se pierde y daña al medio ambiente. Es imprescindible que las familias den ejemplo a los niños, que estos aprendan a valorar los nutrientes que forman parte de su alimentación, el valor de estos en su desarrollo.
Por otro lado, a su vez los niños se convierten en canal para concienciar y sensibilizar a otras personas de su entorno, como amigos, familia más lejana, personal del centro educativo…
Propuestas para concienciar a tus hijos a no desperdiciar
Para que tus hijos tomen conciencia y no desperdicien alimentos hazles partícipe del proceso de hacer la lista, ir a comprar, pagar, subir la compra, cocinar, así entenderán que no sólo se trata de comer, sino que implica un esfuerzo. Hay un valor detrás de todo ello. Si además tienen la oportunidad de hablar con agricultores, ganaderos o pescadores, ellos les darán la información de primera mano sobre la producción alimentaria.
Cuando vayas con tus hijos al supermercado, y las ofertas os entren por los ojos, pregúntale si de verdad le apetece o quiere tal o cual producto, o se trata de una compra compulsiva. Siempre que puedas compra a granel. Así te llevarás una cantidad más cercana a lo que necesitas, ya sea mucha o poca. Algunos productos a granel, como las legumbres secas tienen muy larga vida.
Para ayudarte a ti y a tu familia a saber si estáis aprovechando bien los alimentos existe la Auditoría para la propia gestión del desperdicio en el hogar. Puedes depositar en tus hijos la supervisión, y saber si se desperdician alimentos en casa.
Y antes de tirarlo a la basura consulta en tu entorno, puedes hacerlo a través de distintas app, como Too good to go, encantado de comerte o yonodesperdicio, si puedes donarlo.
Casi todos lo hacemos de manera inconsciente, pero hay que poner un poco de intención y revisar la despensa, el frigorífico y el congelador a menudo. Si preparas un menú semanal, además de que sea equilibrado, ajústate a lo que tienes en casa. Aprender nuevas recetas y reutilizar la comida puede ser una excusa para aprovechar bien esos alimentos.
A la hora de hacer la compra lleva una lista. Ésta la podéis hacer entre todos en casa. Si puedes acude a la tienda con mayor frecuencia y disminuye el volumen de compra. Siempre te vamos a recomendar apostar por los productos de proximidad, con canales de comercialización cortos, y de temporada.
No descartes productos que están en buenas condiciones sólo porque sean más feos, por su color, calibre, tamaño, envase defectuoso. En este artículo no vamos a entrar a valorar porqué la perfección se aleja tanto de lo natural.
