Bailar es una magnífica forma de pasar tiempo con los niños en casa, se liberan del estrés, se ponen de mejor humor, aprenden a expresarse con su cuerpo, pierden la vergüenza y realizan uno de los mejores ejercicios recomendados para niños. Como ves, son todo beneficios y por ello, la danza en cualquiera de sus estilos, está recomendada para personas de todas las edades.
No es necesario que el niño o la niña muestre dotes excelentes de futuro bailarín, ni siquiera es necesario que tú seas una experta bailarina. Para enseñar a tu hijo a bailar, solo tienes que tener ganas de divertirte, elegir tu música favorita y preparar un buen espacio donde poder moverse con libertad. Si además puedes colocar algunos espejos donde los niños vean sus propios movimientos, mucho mejor.
Cómo enseñar a un niño a bailar
Saber bailar o tener sentido del ritmo no es algo vital, pero qué duda cabe que las personas que pueden bailar al ritmo de cualquier música sin sentir vergüenza o pudor, resultan envidiables para los que no tienen ese poder. Porque la expresión corporal es un poder, tener la libertad de bailar cuando uno quiere, sin que importe si se hace mejor o peor, es un poder, la libertad en sí lo es.
Todos los niños no tienen las mismas habilidades y no pasa nada, esa es una de las bellezas de las diferencias entre personas. Sin embargo, todos los niños pueden aprender a moverse, a liberar su cuerpo a través del baile y conectar sus emociones internas al son de la música. Los beneficios de bailar son numerosos, se desarrolla la creatividad, se fortalece la autoestima, la condición física, la coordinación o la salud, entre otros.
Como ves, bailar y enseñar a bailar a tus hijos no solo resulta beneficioso para su desarrollo. Bailar en familia os ayudará a conectar a un nivel difícil de alcanzar con otras actividades. ¿Quieres saber cómo enseñar a tu hijo a bailar? Toma nota de estos consejos.
Siempre con música de fondo
Pon música en casa siempre que sea posible, mientras coméis en familia, a la hora de hacer los deberes o mientras dedicas un tiempo a jugar con tus hijos. Elige opciones apropiadas en cada caso, para que la música no se convierta en una interrupción. Cuando los niños se acostumbran a tener música en casa, aprenden a diferenciar los distintos ritmos, lo que les ayuda a la hora de aprender a bailar.
¿Músculos agarrotados?
Juega con los niños a mover el cuerpo, estirar los brazos, las piernas, los dedos de las manos y los pies o la cabeza. De esta forma, al empezar a bailar notarán sus músculos más sueltos y liberados de ese agarrotamiento que produce la falta de movimiento. Utiliza espejos para que se miren, para que disfruten con los movimientos de su cuerpo y descubran todo lo que pueden hacer cuando liberan su mente.
Perder la vergüenza
Muchos niños sienten vergüenza de su propio cuerpo, lo que les impide bailar libremente. Una forma de eliminar ese sentimiento de pudor ante lo que puedan pensar los demás, es involucrar a toda la familia en la actividad. Si todos bailan, nadie mira demasiado lo que hacen los otros. Por otra parte, bailar todos juntos en familia y aprender diferentes tipos de baile, es una excelente forma de pasar tiempo de calidad.
Utiliza vídeos y tutoriales
En Internet puedes encontrar tutoriales apropiados para todos los niveles, de diferentes tipos de música para todos los gustos. Elige un ritmo que guste a todos, que podáis imitar con facilidad. A medida que los niños vayan aprendiendo a realizar los movimientos, se sentirán más liberados y felices con el baile. Pronto serán ellos mismos los que te pidan bailar en casa.
Elimina la presión, recuerda que bailar por placer es divertido, es liberador y una gran forma de disfrutar de un rato de juegos y diversión. Si tus hijos muestran dotes reales para el baile o descubren que quieren aprender de una forma más profesional, busca clases apropiadas para ello.