Enseñar música a los niños es fundamental para su desarrollo cognitivo, puesto que el aprendizaje musical pone en funcionamiento diversas áreas físicas y mentales. Por ello, en el Día Internacional de la Música, no podemos pasar la oportunidad de recordar la importancia de la música en la vida de los niños. Pero también es esencial utilizar un método apropiado, incluso para los niños más pequeños.
Los niños comienzan a mostrar interés por la música desde que son bebés. De hecho, las canciones que instintivamente las madres utilizan para calmar, dormir y entretener a sus bebés, se convierten en una forma de crear contacto entre madre e hijo. Es decir, el bebé aprende a conectar con su madre a través de los sonidos que esta emite, reconoce la voz de su madre en las canciones e incluso, se emociona con ellas.
Cómo empezar a enseñar música a los niños
La enseñanza musical forma parte del currículo educativo en las escuelas en España, incluso desde en las escuelas de educación infantil. Utilizando el propio cuerpo como instrumento de percusión, aprendiendo a hacer palmas, ruido con los pies y las piernas o su propia voz. Sin embargo, para aprender a tocar un instrumento es necesario utilizar habilidades que por lo general no se adquieren hasta los 5 o 6 años.
Esta es la edad ideal para comenzar a tocar diferentes instrumentos, ya que a esta edad los niños ya tienen ciertas habilidades como la coordinación entre los ojos y las extremidades. Incluso, son capaces de memorizar lo suficiente como para poder tocar pequeñas melodías y notas simples. Lo más importante es respetar los intereses del niño, pero ofreciéndole diferentes opciones para que pueda sentirse motivado al aprendizaje musical.
Para empezar a enseñar música a los niños, es necesario utilizar métodos sencillos que les inciten al aprendizaje. A través de canciones que ya conocen, utilizando el propio cuerpo como instrumento y memorizando las letras de canciones que más les gusta. Poco a poco los niños irán mostrando interés por diversos instrumentos, pero los más divertidos y apropiados para niños pequeños son los de percusión, como la batería o los bongos.
La música es un arte, un medio de expresión
Sin duda la música es una de las formas de expresión artística más reconocida y seguida a nivel mundial. Por ello, es fundamental que la enseñanza musical forme parte de la educación de los niños desde pequeños. Especialmente para aquellos que más dificultades tienen para comunicarse o expresar sus emociones. No en vano, la música se utiliza en diversas terapias en niños con dificultades como el Trastorno del Espectro Autista.
En definitiva, enseñar música a los niños es cuestión de amor, de paciencia y de compartir emociones con los más pequeños. Dejando que expresen lo que la música les hace sentir, ya sea a través de la expresión corporal y el baile. Cantando y utilizando su propia voz para vivir la música y aprenderla a su vez. Incluso, una forma muy divertida y sencilla de aprender música en casa es aunando este arte con la pintura.
Se trata de una actividad perfecta para compartir en familia, incluso con los niños más pequeños. Prepara una gran sábana vieja, cartulinas o un gran lienzo de papel. Cubre una pared que se pueda pintar, el suelo o en una pared de tu jardín, si lo tienes. La actividad consiste en expresar con la pintura lo que la música hace sentir, para ello, puedes usar canciones con mucho ritmo e ir cambiando a otras más relajantes.
Te sorprenderá lo mucho que los niños se divierten jugando con la música y mucho más te sorprenderá todo lo que son capaces de aprender. Pero sin lugar a dudas, serás tú quién se lleve la lección más importante, porque comprobarás cómo tus hijos hablan a través de la música, porque las emociones se llevan innatas. Solo hace falta algo que provoque un sentimiento o una emoción, y para los niños, no hay nada que exprese más que la música.