En el Día Europeo por la protección contra el cáncer de piel, queremos recordar la importancia de la prevención en la infancia. Puesto que la mayor exposición solar se produce en la infancia y en la etapa de la adolescencia, es fundamental que los niños reciban no solo protección, sino información para conocer y comprender los peligros de la exposición al sol.
Los estudios realizados indican que el cáncer de piel se puede prevenir, aunque también es necesario ser conscientes de que la piel tiene memoria. El principal factor de riesgo para contraer cáncer de piel es la exposición al sol, y conocerlo es una gran ventaja ya que tienes en tu mano poner los medios correspondientes.
Estas son las recomendaciones que debes seguir para proteger a tus hijos del cáncer del piel
- Evita la exposición prolongada a los rayos solares. Especialmente en las épocas de más calor y en las horas del día donde el sol pega con más fuerza.
- Protege las zonas del cuerpo más delicadas. Acostumbra a tus hijos a utilizar gorras, gafas de sol homologadas y camisetas, ya que estas son las zonas más sensibles y con mayor probabilidad de sufrir quemaduras.
- Utiliza cremas con factor de protección solar adecuadas. Es decir, el factor debe ser al menos del 30 y en el caso de los niños del 50 con protección total. Aplica la crema 30 minutos antes de la exposición al sol y reaplica cada dos horas. El uso de protección solar no debe limitarse a ocasiones especiales como un día de playa o de campo, ya que en la calle de paseo o en el parque, también es necesario proteger la piel de los niños.
- Los bebés menores de 15 meses no deben ser expuestos al sol de forma directa. Aunque el sol es necesario para que su organismo pueda sintetizar la vitamina D, no es recomendable que la exposición sea directa.
- Enseña a tus hijos a protegerse del sol. De esta forma, sabrás que ellos mismos toman las precauciones pertinentes aunque tú no estés para protegerlos.
Por último, sé un ejemplo para tus hijos y protege tu piel de los rayos solares. Los niños son el reflejo de sus padres y de las personas que forman su círculo social más cercano. Enséñales a cuidarse y a protegerse, y serán futuros adultos sanos y saludables.