La cistitis es una de las infecciones que más padecen las mujeres. ¿Has sentido dolor o escozor al orinar? Es uno de los síntomas principales que más molesta y hay mujeres que son recurrentes a padecerlo. Analizaremos 10 consejos infalibles y como prevenir la cistitis para aquellas mujeres que necesitan disminuir sus riesgos.
Esta infección se produce en la vejiga, a causa de unas bacterias que se encuentran en los genitales y ascienden a través de la uretra (un conducto que conecta la vejiga con la parte exterior, por dónde sale la orina). Este tipo de infección es más recurrente en las mujeres, pero existe como problema también en los hombres, solo que con menos frecuencia. Analizaremos en qué consiste, sus síntomas y cómo prevenirla.
¿Qué es la cistitis?
La cistitis es una de las segundas infecciones más ocasionadas en la población, generalmente en las mujeres. Prácticamente la mitad de las mujeres han tenido un episodio de esta infección a lo largo de la vida.
Se trata de la aparición de bacterias en el tracto urinario, provocado generalmente por la llamada E.Coli, que se encuentra alojada en el estómago e intestinos. Dicha bacteria posee unos filamentos alrededor de su cuerpo y con la peculiaridad de adherirse más fácilmente a las paredes de la vejiga urinaria.
Las bacterias puedes ser expulsadas por el ano y pasar dichos gérmenes por el orificio urinario y subir por la uretra hacia la vejiga, provocando dicha infección. Otros factores que pueden provocarlo es:
- Cuando existen cambios bruscos de la temperatura, cuando el vientre o la zona vaginal coge frío.Si se mantiene durante un largo tiempo frío y humedad en los genitales, sobre todo en épocas de llevar la ropa de baño húmeda.
- Cuando se bebe poca agua, o hay necesidad de beberla, sobre todo en verano.
Síntomas de la cistitis
Los síntomas más recurrentes de la cistitis son:
- Fuerte ganas de orinar, con micciones recurrentes y con poca cantidad de orina.
- Escozor o dolor en la micción.
- Color rosado en la orina, provocado por la aparición de algo de sangre.
- Dolor en la zona pélvica.
- En algunos casos, fiebre.
¿Cómo prevenirla?
Hay mujeres con una cistitis recurrente. Se suele ofrecer algunos consejos para intentar prevenir su aparición con remedios naturales que analizaremos. La acción que más se aconseja es la de limpiarse de adelante hacia atrás después de orinar o defecar.
- Hacer lavados suaves y con un jabón neutro alrededor de la vagina y el ano. Después aclarar con abundante agua y secar bien sin irritar la zona.
- Utilizar métodos anticonceptivos que no sean espermicidas o diafragmas.
- En muchos de estos casos se prescriben antibióticos, pero hay mujeres que presentan resistencia a dicho medicamento, creando el problema está en su tratamiento. Para ello, es importante cumplir con los periodos y tomas de este antibiótico hasta el final.
Hacer pis después de mantener relaciones sexuales
Después de mantener relaciones sexuales es importante miccionar después, ya que los gérmenes pueden ascender por la uretra y provocar dicha infección. También se aconseja lavar la zona íntima.
Comer arándanos
Los arándanos, siempre se han asociado como un alimento que controla la cistitis. Este alimento contiene proantocianidinas tipo A2, una sustancia que previene que se alojen o colonicen dichas bacterias en la vejiga. Se puede tomar dicho fruto de forma natural o en formato de zumo. También existen complementos alimenticios, dónde se pueden tomar hasta 36 mg de proantocianidinas de arándano rojo al día.
Usar jabones específicos en la higiene
Es importante mantener una buena higiene y para ello se han de utilizar aquellos que sean neutros, suaves y específicos para la zona. Hay que limpiarse de adelante hacia atrás, sobre todo, después de las deposiciones.
Beber litro y medio de líquido al día como mínimo
Hay que estar bien hidratado y beber la suficiente agua para poder miccionar y arrastrar todas las bacterias que pueden ocasionar dicha infección en un futuro. Se recomienda beber desde 1,5 a 2 litros diarios.
No aguantar las ganas de hacer pis
Hay que procurar orinar todas las veces que se pueda, para intentar eliminar con más frecuencia todas las bacterias alojadas en la vejiga. Es la única forma de poder desecharlas y para ello intenta orinar cada dos o tres horas.
Vaciar bien la vejiga
Los síntomas de infección ocasionan unas ganas frecuentes de miccionar. Cuando sintamos esa necesidad, es importan vaciar bien la vejiga para arrastrar y eliminar los gérmenes que hayan podido entrar o ascender por la uretra hacia la vejiga.
No abusar de la ropa ajustada
No hay que abusar de la ropa ajustada, sobre todo cuando está fabricada con material sintético. Esto se debe a que dichos tejidos no dejan transpirar y favorecen su aparición.
Tampoco hay que permanecer mucho tiempo o horas con un bañador húmedo o cuando pueden existir grandes cambios de temperatura que afecten a esta zona.
Usar ropa interior de algodón
Se recomienda utilizar ropa interior de algodón para favorecer la transpiración de dicha zona. Una zona poco ventilada, favorece la trasmisión y proliferación de las bacterias.
Cuidado con el estreñimiento
Tener estreñimiento también favorece dicha infección, ya que las heces retenidas en el último tramo del tracto digestivo hacen que los gérmenes se trasvasen y puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario. Hay que tomar medidas para evitar el estreñimiento.
Tomar alimentos y bebidas diuréticas
Hay alimentos que ayudan a prevenir la cistitis. Son aquellos que contienen vitamina C, como la piña, frutos rojos, cítricos y manzana. Otros alimentos son aquellos ricos en quercitina y taninos, como la uva negra. Los alimentos probióticos como kéfir, tempeh y las verduras con efecto prebiótico.
Hay que beber mucha agua, pero también existen bebidas diuréticas, que ayudan a regular el tracto intestinal. Lo podemos encontrar en la grama, malva o la cola de caballo.
Secarse muy bien después de la ducha o baño
La higiene es la principal vía para mantener esta zona limpia de las bacterias. Es mejor utilizar la ducha o el bidé, que tomarse un baño. Es mejor evitar el agua retenida y utilizar las corrientes de agua. Después se ha de secar bien la zona, con una toalla suave y sin hacer fricciones fuertes para irritar la zona.