¿Alguna vez te has sentido superada por todo lo que conlleva la maternidad? Es posible que estés sufriendo lo que se conoce como Síndrome de Burnout o Síndrome de la madre quemada. Es algo más común de lo que parece, ya que, aunque no se habla abiertamente, muchas madres (y también padres) llegan a sentirse desbordados en más de una ocasión.
Y es que parece que esta sociedad no está preparada para escuchar que las madres no están contentas las 24 horas del día, por el mero hecho de tener una familia. Es decir, muchas mujeres sufren a escondidas el agotamiento físico y emocional que produce (en ocasiones) la maternidad. Porque no hay que llevarse a engaños, ser madre o padre es maravilloso y gratificante, pero también es sacrificado y agotador.
Sentirte cansada por todas las tareas que conlleva la maternidad, además del resto de obligaciones personales, es más normal de lo que puedas imaginar. De hecho, existe un término acuñado por los expertos, el síndrome de Burnout, que se puede aplicar a diversos ámbitos, no solo el de la maternidad. Se trata de un síndrome que puede afectar a las personas en diversas situaciones, especialmente en aquellas en las que se dedica mucho tiempo al cuidado de otras personas.
Qué es el Síndrome de Burnout
La dedicación al cuidado de otras personas, o al de los hijos como en este caso, puede causar un deterioro emocional importante, tanto que puede derivar en otras patologías severas. Este síndrome fue descrito en el año 1974 por el psiquiatra Herbert Freudenberger. Las características o síntomas se pueden apreciar como una absoluta pérdida de motivación, del interés por el trabajo, el sentido de la responsabilidad e incluso, la depresión.
Muchas personas pueden sufrir este trastorno, aunque generalmente ocurre con aquellas que se dedican a cuidar de personas mayores o enfermos con gran dependencia, como enfermos de Alzheimer o demencia senil. Algo que sin duda puede ocurrir en la maternidad, porque la dependencia absoluta de los hijos, en algunos casos puede resultar abrumadora.
El síndrome de la madre quemada
Los hijos requieren de mucho trabajo, mucha dedicación y mucho esfuerzo. En la mayor parte del tiempo, esta dedicación es realmente satisfactoria, agradecida y gratificante. Pero los niños son por naturaleza demandantes, tienen comportamientos incomprensibles como rabietas sin sentido o llantos sin justificación. Cuando esto se alarga en el tiempo, la madre o el padre pueden llegar a lo que se conoce como estar quemado, es decir, perder la ilusión y la motivación por lo que se está haciendo.
Cómo superar el síndrome de Burnout
La falta de descanso, dormir poco y mal, no tener tiempo para uno mismo, para hacer las cosas que te gustan o que te ayudan a sentirte mejor, suelen ser las causas por las que una madre o un padre, llegar a padecer el Síndrome de Burnout. La maternidad o la paternidad, ocupan gran parte del tiempo en la vida de cualquier persona, pero por este y otros motivos no debe dejar que se convierta en el epicentro del mundo.
Es decir, los hijos son lo más importante de la vida de cualquier padre. Ellos son el motor que lo mueve todo, la fuerza que te hace levantarte cada día y pelear por algo mejor. Sin embargo, existe mucho más allá que los propios hijos. Ser madre o padre no significa dejar de ser persona, mujer, profesional, amiga o madre. Cuidar de tu propia salud, es fundamental para poder dar lo mejor de ti en cada una de tus facetas.
Delega tareas en otras personas, el cuidado de los niños y las tareas del hogar, deben compartirse entre los miembros de la familia. Pide ayuda a las personas que están a tu lado y acepta esa misma ayuda cuando te la ofrezcan. Contar con la ayuda de otra persona no minimiza en absoluto tu valor como madre. Sin embargo, te permite afrontar la maternidad de una forma más serena y positiva, algo esencial para disfrutar de una maternidad plena y feliz.