Que los niños caminen descalzos preocupa generalmente a los padres; pensamos que pueden lastimarse o resfriarse. Sin embargo diversos estudios han demostrado que andar descalzo puede tener ventajas significativas para el crecimiento y el desarrollo de los niños siempre y cuando se realice en un entorno seguro y limpio. En esas condiciones dejar caminar descalzo a tu bebé aporta muchos beneficios y hoy los compartimos contigo.
¿Los niños se resfrían si caminan descalzos?
Una de las preocupaciones par ano dejarlos andar descalzos es que se resfríen. Sin embargo esto no tiene por que ocurrir. Caminar descalzo no causa que un niño se resfríe. La causante del resfriado es una infección viral que se propaga principalmente a través del contacto directo con una persona enferma o inhalando partículas contaminadas.
Es importante, sin embargo, que los niños estén protegidos de temperaturas extremas y que mantengan limpios y secos sus pies para evitar cualquier tipo de infección. Además, es recomendable que se laven las manos antes de tocarse la cara o comer para prevenir el contagio de virus.
¿Es bueno que los bebés anden descalzos?
Los pies del recién nacido poseen una almohadilla grasa en la planta que desaparece en torno a los 12 meses de vida, cuando comienza a formarse el arco plantar y a andar. Hasta entonces, el calzado es tan solo un adorno, sin una función práctica. Los expertos aconsejan, de hecho, que los niños permanezcan descalzos durante el primer año de vida. Pero, ¿qué ocurre a partir de ahí?
A partir del año sigue siendo beneficioso que los niños caminen descalzos. Dejar que exploren el mundo con sus pies descalzos es, de hecho, una práctica recomendada por pediatras y profesionales del desarrollo infantil, siempre y cuando se realice en un entorno seguro y limpio.
Los estudios han demostrado que los beneficios no son solo físicos, sino también cerebrales y cognitivos. Así queda reflejado, por ejemplo en el estudio “Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes”, realizado por la Isabel Gentil.
¿Qué beneficios aporta caminar descalzo?
Caminar descalzo puede brindar a los niños una base sólida para un crecimiento saludable y un desarrollo motor óptimo. Algunos de los beneficios incluyen el fortalecimiento de los músculos y huesos de los pies, el desarrollo del equilibrio y la coordinación, así como la estimulación de los sentidos y la conexión con el entorno. ¡Descúbrelos todos!
Mejora la circulación
A que a menudo los calcetines y el calzado oprimen el pie y dificultan el flujo sanguíneo. No ocurre así, sin embargo, cuando andamos descalzos con nuestros pies directamente sobre el suelo. Por eso es importante caminar descalzos.
Desarrollo cerebral
Se ha demostrado que durante los primeros meses de vida los niños tiene mayor sensibilidad en los pies que en las mano. Las muchísimas terminaciones nerviosas de los pies contribuyen a que madure su sistema nervioso y por tanto su desarrollo intelectual. Por eso es conveniente fomentar que caminen descalzos y jueguen con los pies.
Estimula el sistema nervioso
Las terminaciones nerviosas que se tienen en la planta del pie provocan que al andar descalzos se transmita información al cuerpo sobre el espacio en el que nos movemos y el movimiento en si. Las diferentes texturas, la temperatura, la superficie por la que se anda… todo ello estimula el sistema nervioso y favorece el aprendizaje sensorial de los niños.
Fortalece los músculos
Andar descalzo hace que los pies se fortalezcan, pero también afecta positivamente a tobillos, piernas y rodillas. El cuerpo mejora así su postura y se previenen lesiones. Además contribuye de forma especial a a un mejor desarrollo del arco plantar, lo que evita el pie plano.
Ayuda al equilibrio
Al caminar descalzo, los pies están en contacto directo con el suelo, lo que permite al niño percibir mejor su equilibrio y postura. Esto fomenta una mayor conciencia corporal y ayuda a desarrollar la propriocepción, que es la capacidad de percibir la posición y movimiento del cuerpo
Los pies del niño están además expuestos a diferentes superficies y texturas, lo que estimula los sensores de presión en los pies. Y esto mejora la capacidad del niño para ajustar su equilibrio en función de las diferentes sensaciones que experimenta en los pies.
Favorece el aprendizaje
No existe evidencia científica que respalde la afirmación de que andar descalzo favorece directamente el aprendizaje en los niños. Sin embargo, si que algunos de los beneficios ya expuestos pueden influir en la capacidad del niño para participar activamente en determinadas actividades que, a su vez, pueden afectar positivamente su capacidad para aprender.