La etapa de la niñez es la más auténtica, ingenua y maravillosa. Un niño debe de formalizar su educación al cuidado de la enseñanza de sus padres y su autoestima viene de la mano de ellos. No son niños que nacen con un poder de empoderamiento, sino que su estilo de vida les condicionará a ello.
La autoestima debe de ser adquirida por los valores de los padres o progenitores. Los niños aprenden de esta capacidad por cómo transcurren sus vidas y de las experiencias que viven a lo largo de esta etapa. Para ello es importante dar la mejor enseñanza y educación en su aprendizaje.
¿Por qué reforzar la autoestima de los niños a partir de los 6 años?
En esta etapa los niños tienen otro concepto de la vida y ya comienzan a valorarse así mismos. Entre sus inquietudes se empiezan a cuestionar quienes son y cómo se distinguen de los demás niños.
Si comienzan a forjar una personalidad es porque la están captando de otros niños, dentro de su círculo de amistad o por lo que les pueda ofrecer la televisión o internet. También toman ejemplo de los adultos y eso lo pueden absorber mucho de lo que ven en casa. Es de vital importancia poder ofrecer al niño todo lo que esté en nuestras manos para reforzar su personalidad.
Dinámicas de autoestima para niños de 6 a 12 años
La figura paterna tiene esa gran responsabilidad y si el niño es querido y aceptado es uno de los mayores adelantos. También importa mucho todo lo que le rodea en su entorno, desde los profesores, familiares, hermanos y otros niños.
Todo lo que conlleva a su desarrollo y todas las actividades que relacionan con él deben ser constructiva. El niño debe sentir que fluye bien con todo ello. Si además siente que se porta bien y es buena persona, eso le ayudará a construir una buena base.
Un niño refuerza mucho su autoestima cuando se siente querido de verdad, cuando realmente existe el amor incondicional. Cuando es respetado, valorado y tratado con dignidad, porque serán cualidades que le reforzarán para su futuro como persona.
Otro consejo es ayudar a reforzar todos sus miedos, hablar con él, escuchar todo lo que le inquieta y juntos hacer una visualización de lo que podría pasar si se enfrenta a ello.
Los padres deben de tener una autoestima alta y usarla como punto clave y dar ese equilibrio a sus hijos. Se transmitirá al niño o a la niña para que se estimule esta cualidad y comiencen a sentir cómo «ser feliz». Se potenciará cuando se sienten tratados con respeto, cariño y gran empatía, nada de juzgarlos o decir cómo son, por cómo piensan o se comportan.
Un niño que evoluciona por sí mismo tiene muy buenas oportunidades para reforzar su autoestima. Las decisiones que pueda tomar tu hijo tienen que ser valoradas y a la vez criticadas para una solución factible. El diálogo es lo más importante para poder debatir todos esos aspectos. Que el niño se equivoque en tomar decisiones no es nada malo y tiene que aprender a responsabilizarse de todos sus actos.
Aspectos para tener en cuenta y recordar
Un niño con baja autoestima en su futuro más próximo puede tener dificultades. Tendrá conflictos con sus emociones e inquietudes, no podrá llevar bien sus estudios, sus relaciones amistosas pueden llegar a ser tóxicas y en un momento dado puede llegar a tener episodios de depresión, desequilibrios emocionales y poder llegar a la drogodependencia.
Si un padre construye bien el valor de la autoestima en un niño podrá hacer que sea una persona muy segura de sí misma, que se quiera y que se acepte como es. Sin querer querrá estar con personas que suplan la misma modalidad y forma de ser, que juntos les guste ser creativos y puedan gestionar muy bien sus capacidades.