El embarazo es un momento realmente importante para cualquier mujer y es por ello que es clave el controlar lo que se come, el descanso o el deporte. En el mismo también juegan un papel muy importante las emociones y el estado anímico de la mujer embarazada. No es lo mismo llegar un proceso de gestación totalmente tranquilo y relajado sin preocupaciones que el llevarlo con altos niveles de estrés y de ansiedad.
El propio estrés puede llegar a repercutir de una manera negativa en el buen desarrollo del recién nacido. La mujer embarazada puede experimentar tres tipos de estrés durante el embarazo: el físico, el fisiológico y el social. Acto seguido te contamos qué consecuencias puede tener el estrés en el embarazo tanto para la madre como para el propio bebé.
Consecuencias del estrés para el feto
Si la mujer embarazada tiene altos niveles de estrés puede verse reflejado a la hora de comer, a la hora de dormir y perjudicarle a nivel de salud ya sea con fuertes dolores de cabeza o con la tensión demasiado alta. Ello no es nada buen para el embarazo que padece ya que puede provocar que el parto se adelante, incrementando las posibilidades de tener un bebé prematuro con todos los problemas que ello acarrea para el propio bebé.
- El estrés en el embarazo puede provocar diversos problemas respiratorios en el bebé como puede ser asma y problemas en la piel como el eccema atópico.
- El estrés también puede influir de una manera negativa en el sistema circulatorio del pequeño. La gran cantidad de hormonas que recibe a través de la sangre puede hacer que su ritmo cardíaco aumente más de la cuenta.
- Además de lo visto anteriormente, el alto nivel de estrés de la madre puede hacer que el cortisol cause serios daños en el desarrollo cerebral del bebé. Se ha podido demostrar que cuanto más cortisol halla en el líquido amniótico muchas más posibilidades hay de que el coeficiente intelectual del bebé esté por debajo de la media. Ello puede afectar a la vida diaria del pequeño unido a un mayor porcentaje de padecer hiperactividad o ciertos problemas de aprendizaje.
Controlar el estrés en el embarazo
No cabe duda que el estado de ánimo de la embarazada va a influir de una manera negativa en el buen desarrollo del feto. No es lo mismo el llevar una vida totalmente tranquila y relajada que el estar todo el día estresada y con una ansiedad demasiada alta. Es por tanto bastante normal que los estados anímicos de la mujer embarazada se terminen por transmitir al bebé. Sin embargo es muy importante el señalar que diversos acontecimientos inesperados como algún tipo de susto que no espera, no pone en peligro el buen crecimiento y desarrollo del feto. Lo que le va a perjudicarle a medio y a largo plazo es el hecho de llevar una vida con un estrés prolongado en el tiempo.
Aparte de ello hay que indicar que el estado emocional no es el mismo para todas las mujeres por lo que el estrés o la ansiedad no afectan de la misma manera a dos mujeres embarazadas diferentes. Lo que si aconsejan los médicos y los expertos en el tema es el tomarse la vida con mucha más calma y descansar todo lo que se pueda. El hacer deporte de una manera habitual y el practicar diferentes ejercicios de relajación puede ayudar de una manera positiva a que el embarazo sea lo mejor posible. No cabe ningún tipo de duda de que el estrés no es bueno para la salud, algo que se agrava en el caso de estar embarazada y de llevar un feto en el interior.
En definitiva, no es nada bueno el llevar una vida estresante mientras una mujer se encentra embarazada porque puede repercutir de una manera negativa en la buena salud del feto sobre todo a posteriori.