La llegada de un nuevo bebé a la familia es una etapa de cambios. Pero esta vez ya no será tanto cambio para los padres, pero si para el hijo/a que hasta ahora era hijo único y ahora pasará a ser el hermano/a mayor.
Tener que compartir a sus padres, menos atenciones, ya no es el foco de atención… muchos cambios que deben tratarse de forma efectiva para que no se produzca el Síndrome del Rey Destronado.
Adaptarse a la nueva realidad
Adaptarse a la nueva realidad que se presenta puede resultar complicado para los niños. Los celos ante un nuevo hermano/a son normales y naturales siempre que estén dentro de unos límites. Así que como padres debemos ayudarles a entender los cambios que va a haber en la familia de la mejor manera.
Prepararlo durante el embarazo
Para darle la noticia del embarazo es mejor esperar que sea algo seguro, lo ideal es esperar al cuarto o quinto mes de embarazo. Los niños pequeños no entienden algo tan a largo plazo y así esperamos a que sea algo seguro para contárselo.
Cuéntale la noticia con alegría, y explícale todas las ventajas que tendrá para él la llegada de este nuevo hermano/a. Llamarlo “nuestro bebé” en lugar de “mi bebé”, así se sentirá más integrado en la nueva reorganización familiar. Se sentirá parte del proyecto, y recibiremos una reacción positiva. Háblale del bebé y de todo lo que vais a hacer cuando esté con vosotros. Cuando tengáis el nombre decidido llamarle por su nombre.
No esperes a que nazca el bebé para hacerle partícipe. Durante el embarazo puedes ir informándole del progreso e ir preparando el terreno para que sienta esa conexión con el bebé. Puede hablarle, cantarle a la barriga y hacerle dibujos. También puedes incluirle en decisiones como el nombre del bebé, el color de su habitación, su ropita… deja que se involucre y así no se sentirá excluido.
Si hay algún nacimiento cerca, de un familiar o amigos, llévale para que vea al bebé y explícale que dentro de poco tendrá un hermanito/a así de pequeño. Le servirá para hacerse a una idea. Los niños pequeños pueden pensar que el bebé será un muñeco o que nacerá un hermano de su edad para jugar, y así se harán una idea más aproximada.
Puede acompañarte a alguna revisión ginecológica para que escuche los latidos de su futuro hermanito/a, o le puedes ir enseñando las ecografías. Explícale que el amor no se divide sino que se multiplica.
¡Ya está aquí¡
El bebé ya ha llegado. Los pediatras recomiendan que la primera vez que el hijo/a mayor vea al bebé no sea en brazos de su madre, así podrá abrazarle y sentarse a su lado. Una vez hechas las presentaciones después puede verlo, tocarlo y besarlo (si quiere, si no quiere no obligarlo) con la presencia de su madre/padre. Evitar que se queden a solas.
Explicarle que ahora tendrán que cuidar al bebé para que crezca sano y que cuando sea mayor puedan jugar juntos. Que él/ella será el ejemplo de su nuevo hermanito/a. Puede ayudarte en su cuidado, como ayudarte a bañarle o a cambiarle el pañal.
El bebé reclamará muchas atenciones, pero intenta sacar tiempo de calidad para tu primogénito/a para que no se sienta desplazado. Ir al parque, leer un cuento o hacer alguna actividad que hacíais antes. Dentro de lo posible mantén las rutinas previas.
¿Qué hacer cuando aparecen los celos?
Los celos como decíamos más arriba, son normales y naturales. Son la forma que tienen los niños de demostrar su incomodidad, miedo a lo desconocido, a no ser queridos, a que todo cambie… No le recrimines un ataque de celos, será contraproducente.
Un montón de cambios han entrado en su vida y tiene que adaptarse a la nueva situación, con tiempo y cariño. Un montón de nuevos sentimientos que no había sentido antes le inundan y no sabe manejarlos.
En el artículo “Síndrome del Príncipe Destronado” encontraréis consejos para los celos se nos van de las manos a los padres.
Por que recuerda… lo mejor siempre será tratar los cambios con naturalidad, amor, comprensión y paciencia.