La educación sexual es un proceso que dura toda la vida, pero es responsabilidad de los padres hablar con los hijos sobre la intimidad, el amor, la identidad y el sexo saludable. En nuestra opinión la educación sexual en la familia no tiene porqué limitarse a la concepción de los hijos. Sino que debe incluir cómo adquirir información, formar actitudes y valores, ya que concierne al desarrollo biológico y psicológico.
La mayoría de los padres y madres nos sentimos angustiados cuando tenemos que tratar el tema del sexo con los hijos, ni siquiera estamos seguros de cuándo es el momento, ni cómo abordarlo, y más aún en el caso de los adolescentes, donde debemos ser tan cuidadosos con su intimidad.
Informar, educar y orientar en sexo saludable
Distintos estudios confirman que los niños y adolescentes que tienen confianza con sus padres y madres a la hora de hablar sobre sexo la obtienen porque confían en la comunicación en general. Es decir porque previamente se ha hablado de forma abierta de otros temas que han surgido y han escuchado los puntos de vista de los miembros de la familia.
La información es lo más eficaz para evitar comportamientos de riesgo en relación con el sexo. Al niño o la niña, hay que explicarle la etapa que está viviendo, y anticiparse al futuro inmediato y anunciarles los cambios que se van a producir en su desarrollo hormonal y las consecuencias físicas y psíquicas de los mismos.
Ya con los adolescentes tenemos que entrar en conversaciones sobre la libertad a la hora de elegir una pareja con la que vivir una relación sexual, la importancia de que esa relación sea consentida y de que se disfrute con seguridad.
Hablar de sexo saludable
No podemos obviar con nuestros hijos, sean chicos o chicas el tema del sexo seguro. Hay que hablar de los embarazos no deseados, de la posibilidad de usar métodos anticonceptivos, y de las Enfermedades de Transmisión Sexual. Esta conversación no puede ser aislada, siempre hay que mantenerse actualizados, y las dudas pueden surgir a medida que la experiencia crece.
Recomienda el uso de condones, son el método anticonceptivo más común entre los adolescentes y más seguro, protegen de las ETS y los embarazos. Además son baratos y tanto los femeninos, como masculinos fáciles de utilizar.
Recomienda a tus hijos que si quieres obtener mayor información, acudan a un centro de salud reproductiva o hablar con un ginecólogo. Que no crean todos los mitos y leyendas urbanas que hay por Internet, o les cuentan los amigos y amigas.
El momento de las relaciones sexuales
Esta es una de las grandes inquietudes de los padres. Si el hecho de dar información no anima a nuestros hijos e hijas a practicar sexo. Por eso es tan importante que esta información vaya de acuerdo y orientada hacia nuestros propios valores de respeto e identidad.
Transmite a tu hijo o hija que iniciar su vida sexual es una decisión importante, que debe tomar convencido o convencida, para que evite tener sexo por las razones incorrectas, o presiones de diferentes personas, desde su propia pareja a los amigos y amigas. En cualquier caso la decisión por la que ha decidido tener relaciones sexuales no son ni buenas ni malas, sólo deben ser honestas.
Aconseja a tu hijo o hija que hable con el otro o la otra sobre sexualidad, si se trata de una relación exclusiva, esporádica, por diversión, amor, romanticismo. Estas cuestiones que como padres nos parecen extrañas, puede sorprendernos la claridad con la que muchos chicos y chicas son capaces de respondernos. No mitifiquemos el sexo, ni lo vanalicemos.
Otra cuestión a tener en cuenta es la diferencia entre las relaciones sexuales y la penetración o el coito. Una relación sexual puede significar juegos con o sin ropa, masturbación mutua, sexo oral o sexo con penetración. Traten de que sus hijos no centren las relaciones en la penetración.