La adolescencia es una etapa de la vida en la que el cuerpo del niño, y de la niña, comienza a experimentar grandes cambios. Con estos cambios, tanto mentales como físicos se están preparando para ser adultos. No obstante estos cambios no se presentan en todos y todas a la vez, ni al mismo ritmo.
Por eso hablamos de diferentes etapas o hitos dentro de la adolescencia, y los procesos de maduración tanto a nivel emocional, psiquico, como físico. Más o menos este es el consenso en cuanto a estas etapas: pre-adolescencia, adolescencia temprana y adolescencia tardía.
Preadolescencia
Podemos considerar que la adolescencia en Europa va de los 8 a los 11 años. Hablamos por tanto de culturas del llamado primer mundo. En esta etapa se da la transición entre la infancia y la adolescencia. Coincide con el inicio de la pubertad.
En esta etapa, como en el resto se dan cambios físicos, emocionales y psicológicos. Uno de los hitos que empiezan a aparecer en esta etapa son los progresos para pensar en términos abstractos. Niños y niñas empiezan a reflexionar sobre situaciones hipotéticas u operaciones lógicas y matemáticas. Comienza a preocuparse y a medir las posibles consecuencias de sus acciones. Este es uno de los primeros hitos del pensamiento maduro.
También es el momento de encajar en los roles de género. Se presentan las confusiones o la confirmación para no salirse de los estereotipos relacionados con la apariencia y los comportamientos de roles entre hombre y mujer.
Adolescencia temprana
La adolescencia temprana se establece entre los 11 y los 15 años. Es el momento de los cambios de tipo hormonal. El cuerpo cambia por completo, cambios en la voz, desarrollo de la musculatura y los órganos sexuales. Las chicas también tienen cambios en la voz, pero los cambios más evidentes son el crecimiento del pecho, aparece el vello púbico y un ensanchamiento de la pelvis. Puede haber también un aumento de la grasa corporal.
Durante la adolescencia temprana se conquista por completo la capacidad para pensar en términos abstractos. Puede salir de lo concreto y realizar un análisis con el que encontrar múltiples soluciones y alternativas. El gregarismo pasa a tener un papel muy importante, las referencias se buscan fuera de la familia. El grupo ayuda al adolescente a afrontar situaciones conflictivas, como los fracasos escolares, los desamores o los desacuerdos con los progenitores. También va a ser la principal, o casi la principal fuente de información. Es la manera de construir la propia autoestima y el autoconcepto.
Puede que muchos adolescentes, en esta etapa, se encuentren incómodos en su nuevo cuerpo adulto y lo escondan. También van a empezar a expresar cierta vergüenza al mostrarse desnudos y ante las muestras de afecto de los adultos.
Adolescencia tardía
Esta es la última de las etapas de la adolescencia, y según la OMS ocurre aproximadamente entre los 15 y los 19 años. Algunos investigadores consideran que esta fase no se diferencia sustancialmente de la adultez. Esto es porque existe en ciertas culturas, como la nuestra por ejemplo, pero no en otras. No obstante, el impacto psicológico de esta etapa en nuestra sociedad es real y, por consiguiente, conlleva una serie de hitos que influyen en el proceso de maduración del adolescente.
Esta es la etapa en la que se culmina la conciencia social, lo cual hace probable que los jóvenes se interesen por movimientos sociales o la política. Aparecen dos tipos de conductas o hitos aparentemente contradictorios las prosociales y las antisociales. Es una renuncia al egocentrismo típico de las etapas anteriores, aunque no desaparece del todo.
A nivel físico tanto ellos como ellas han alcanzado el 95% de su desarrollo, tienen un buen sentido de su cuerpo, lo cuidan sin la presión del grupo, y el cerebro se sigue desarrollando. Con la adolescencia tardía los padres van sintiéndose cerca del adolescente, y viceversa. Es el momento del comienzo del equilibrio para las madres, y el de las oportunidades para los hijos.