El vínculo es la unión afectiva que se produce entre los padres y su bebé. A través de dicho vínculo los padres aportan afecto, cuidado y amor a su pequeño. El vínculo es importante para que la relación del pequeño con sus progenitores sea íntima y se sienta seguro en todo momento. Este lazo afectivo es igual de importante entre la madre como en el padre.
Acto seguido te explicamos el vínculo especial que se va a establecer entre el padre y el bebé y de los beneficios que aporta a ambos.
El vínculo con el padre
Es un hecho que el papel de padre ha cambiado mucho con los años, y hoy en día pasan mucho más tiempo con sus hijos que las generaciones anteriores. Hay que partir de la base que el vínculo que tiene un padre con su bebé es totalmente diferente que el que tiene una madre con su pequeño. A partir de aquí el afecto es igual de importante y se puede compartir con el de la madre. Hay una serie de hechos o actividades que pueden hacer los padres para lograr una unión precoz con su hijo:
- Puede participar en el parto del bebé apoyando en todo momento a su mujer.
- Alimentar al bebé de manera habitual y cambiándole el pañal cuando hace sus necesidades.
- Bañando al propio bebé.
- Cantándole antes de acostarlo en la cuna.
- Intentando comunicarse con el pequeño mediante carantoñas o gestos.
- Dejar que el bebé le toque y ponerlo en su pecho para que note en todo momento su piel.
La implicación en la crianza del bebé
La mejor manera de fortalecer el vínculo entre el padre y el bebé es involucrarse al máximo en la crianza del recién nacido. Se ha podido demostrar que los hijos de padres implicados se desarrollan mucho mejor que aquellos bebés que apenas reciben amor y afecto de su padre. Con el paso de los años, la relación de confianza y el amor se hace mucho mayor y los hijos se vuelven mucho más seguros y con más confianza en ellos mismos.
Pero este vínculo no se consigue de un día para otro y requiere de unas tareas diarias por parte del padre como es el caso del cambio de pañal, el darle de comer o el de acostarlo en su cuna. El famoso método canguro también es muy efectivo y aconsejable a la hora de fortalecer al máximo el lazo afectivo entre padre hijo. Dicho método consiste en coger al bebé y ponérselo varias veces al día en el pecho para que el pequeño pueda sentir el calor de su padre. Con el paso del tiempo, se va forjando una relación bastante estrecha que va a ser muy difícil de desunir.
Qué ocurre cuando los hijos crecen
A pesar de que los hijos vayan creciendo, los padres no deben dejar de lado nunca la relación y luchar porque el vínculo afectivo siga igual de fuerte. Es verdad que los hijos van buscando una mayor independencia y se vuelcan más en los estudios y en los amigos. Sin embargo, los padres deben involucrarse en la nueva vida de sus hijos sobretodo en el aspecto educativo. No dudes en ayudarlos con sus tareas escolares y en mantener un gran interés en cómo va en sus estudios y en el colegio. Otra consejo es el de sentarte junto a tu hijo unos minutos al día y escuchar todo lo que tenga que decirte.
Es bueno el mantener una comunicación abierta que ayude a potenciar la confianza y la autoestima del niño. El saber escuchar es clave para que el niño sepa que puede contar con su padre para lo que haga falta. El amor siempre debe estar presente y no hay que rehuir en ningún momento de abrazos y actos de amor entre el padre y el hijo. De esta manera el vínculo entre el padre e hijo se hará mucho más fuerte.