Desde un punto de vista formal, el fundamento del poema es el ritmo; y, desde el punto de vista del contenido, la lírica es la expresión y manifestación del mundo interior del poeta. Es decir, la poesía es ritmo, es música, y expresión de sensaciones y emociones.
Hoy, 21 de marzo, es el Día Mundial de la Poesía, y por ello quiero hablaros de lo sublime que es leer (y cantar, bailar, dramatizar…) poesía a los bebés. ¡Felices versos, bebés y mamás!
Al son de la lira
La poesía lírica debe su nombre a la Antigüedad Clásica, donde era cantada al son de la lira. Desde sus orígenes, la poesía va ligada a la música. La musicalidad del poema lo hace una lectura perfecta para el bebé.
Basta recordar los beneficios de la música para el bebé. Juanma Morillo nos decía que la música conecta directamente con el corazón. La música les ayuda a expresarse, a regular sus emociones, potencia el movimiento, el desarrollo del lenguaje, la creatividad, etc.
Leer un poema en voz alta, recitarlo, cantarlo… es una actividad creativa maravillosa ante la cual nuestros bebés se muestran atentos en su comienzo, divertidos en su ejecución y extasiados en el final.
Expresión corporal
Asimismo, la lectura de la poesía invita al baile, al movimiento del cuerpo, a la expresión corporal.
Ante un bebé recién nacido, podemos usar las manos, los dedos, las expresiones del rostro… para dramatizar el mismo. Ante un bebé que se mueve de forma autónoma, podemos dar rienda suelta a la expresión corporal que nos sugiera el poema e invitarles a que ellos se muevan libremente… si es que no lo han hecho antes de la invitación.
Sensaciones y emociones
Carlos Bousoño dijo que la lírica nos trasmite un contenido anímico individual y único. Es decir, el poema contiene y expresa una emoción.
Con la lectura podemos trasmitir esa emoción. O inventarnos otra en un juego. O crear personajes. Podemos, con el poema, leído o creado, poner nombre a la emoción que siente el bebé a través de los versos, dar rienda suelta a su expresión, validándola, haciéndola visible, expresándola.
¿Y qué le leo?
Cuando son recién nacidos, podéis leerles casi cualquier tipo de poesía porque lo que realmente vais a trasmitir es vuestra propia emoción en la voz y la musicalidad del poema. Lo que os recomiendo es que, para empezar a leerles, busquéis poesía con una gran musicalidad: con una métrica regular y rima. Después podéis elegir lo que más os guste: una estructura sólida o un verso blanco o libre con mayor libertad.
Hay muchos poetas que tienen poemas que contienen imágenes de la naturaleza, con repeticiones de sonidos y palabras que crean juegos rítmicos, etc. En la biblioteca podréis encontrar libros maravillosos con bellas ilustraciones. Pero también podéis elegir un libro de páginas amarillas para ser vosotras las que pintéis las imágenes con la voz.
Creación
Hasta el momento, he hecho referencia fundamentalmente a la lectura. Pero también podemos crear nosotras mismas el poema: podemos escribirlo para el bebé trasmitiéndole el amor en las entrañas o podemos improvisar un poema jugando con él o ella (con rima consonante es sencillo, probad, veréis que lleváis los octosílabos en la sangre). ¿Y si le pedimos al bebé que lo acompañe con música?
En definitiva, podemos leer, cantar o bailar el poema. Sea del modo que sea, la poesía es mágica y conectará vuestro mundo interior con el de vuestro bebé. Su musicalidad la hace perfecta para recitarle o cantarle, dando lugar a la expresión del movimiento y las emociones. ¡Felices versos!
Pedro y la poesía
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
Luz del candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
No te quieres parar,
pararte no quieres.Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?Federico García Lorca