En España existe una enseñanza reglada, digamos que convencional. Una metodología, que en mayor o menor medida siguen las guarderías, colegios e institutos. Pero además existen métodos alternativos de enseñanza, que proporcionan a los niños y niñas herramientas para ser autodidactas.
Hablaremos de los más conocidos Kumon, Montessori, Waldorf, Doman. Estos métodos también se pueden utilizar combinados dentro de las actividades extraescolares. Lo que une a las enseñanzas alternativas es que todas potencian la independencia y autonomía del alumnado desde el principio, bajo la supervisión de maestros especializados.
El método japonés Kumon
Este sistema lo ideó un profesor de matemáticas japonés para ayudar a propio hijo, que tenía problemas con las matemáticas. El método Kumon incide en las matemáticas y la lectura, y su objetivo es que el alumno tenga las habilidades suficientes en estos dos ámbitos para rendir al máximo en sus estudios.
El método se divide en diferentes niveles: desde educación infantil hasta el bachillerato. Al principio, al estudiante se le realiza un test, para comprobar en qué nivel debe comenzar, y está estructurado de forma que hasta que no domina los conocimientos de un nivel no puede pasar al siguiente. Algunos colegios lo han incorporado como actividad extraescolar, porque es suficiente practicarlo dos veces por semana, durante una media hora, y unos minutos el resto de los días para tener resultados óptimos.
Los padres deben controlar las tareas de los hijos todos los días, y corregir sus ejercicios, con una plantilla que les facilitarán en el centro.
Montessori y Waldof
Estos dos métodos alternativos de enseñanza son quizás los más conocidos. En ambos el objetivo es que los alumnos tengan la máxima independencia física y psíquica, y que aprendan a pensar por sí mismos. El método Montessori se basa en facilitar a los niños un entorno y unos materiales que les sirvan para avanzar en el conocimiento por sí mismos, dejando que los niños desde edades muy tempranas satisfagan su curiosidad natural.
En las aulas, niños y niñas, mezclados por diferentes edades, tienen libertad de movimiento, y acceso libre a los materiales. Tienen libertad para escoger el tipo de trabajo que desean hacer en cada momento. El profesor cumple la función de observador y orientador, pero interviene lo menos posible en su trabajo.
El método Waldorf huye de la enseñanza dirigida, jerárquica y competitiva, y basa su estrategia en la capacidad de los niños para imitar, imaginar y experimentar, adaptándose a su desarrollo y despertando su interés por conocer el mundo. Los alumnos de este método no utilizan libros de texto, solo de consulta. Se combinan las actividades intelectuales, artísticas y prácticas para conseguir su formación integral.
Método alternativo de enseñanza Doman
Glenn J. Doman fundó en los años 50 del siglo XX los Institutos para el Desarrollo del Potencial Humano. Este médico comprobó que existen alternativas a la hora de enseñar a leer a los más pequeños, que el método silábico no es precisamente el más apropiado, y que los bebés son capaces de reconocer letras y palabras si estas son suficientemente grandes, y de aprender a leer antes de los tres años.
El método Doman está diseñado para que el padre o la madre lo practique con su bebé, adaptándolo a las características y necesidades del niño. En lo básico se trata de mostrar al niño series de cinco tarjetas con palabras, escritas con letras grandes y que correspondan a una misma categoría de forma rápida, tres veces al día. Tiene que hacerse como un juego, y recitar cada palabra con entusiasmo, en voz alta y clara. A medida que el niño crece las frases van disminuyendo algo de tamaño y se amplían las palabras.
Este método se puede utilizar en las guarderías y escuelas de educación infantil para enseñar a los niños a leer. En los colegios que siguen este método se utilizan los ‘bits’ de inteligencia, esto es una unidad mínima de información que puede ser procesada en un segundo.