Los bebés a menudo acumulan muchos gases y eso les impide dormir y descansar con normalidad. Para un pequeño que acaba de llegar al mundo, tener esas molestias es realmente doloroso y su única manera de expresarlo es a través del llanto. Por ello, es normal que mamás y papás se sientan abrumados por no saber cómo ayudar a su pequeño a pasar ese dolor tan irritante.
Para el bebé, el descanso es fundamental porque es lo único que necesitan más que el alimento. Y, cuando los gases impiden que el pequeño pueda dormir, se vuelve irritable, molesto y quejicoso. Sin olvidar que el dolor de barriga por la acumulación de gases es muy doloroso, más aún en el pequeño cuerpo de un bebé. Si tu bebé está pasando por estas molestias, enseguida te contamos qué puedes hacer para mejorarlas.
Por qué mi bebé tiene tantos gases
Muchos bebés padecen de gases durante los primeros meses de vida, es algo muy común que se relaciona principalmente con la inmadurez de su sistema digestivo. Los alimentos no se pueden procesar de forma eficaz y esto provoca una mala digestión, vómitos, reflujo y acumulación de gases. Por otra parte, al alimentarse también pueden tragar mucho aire.
Tanto los bebés que se alimentan por lactancia materna, como los que se alimentan con biberón, pueden tragar aire al comer. Esto es debido a una postura incorrecta, una mala succión, una tetina del biberón deteriorada o sencillamente porque el bebé lacta demasiada cantidad de leche y más rápido de lo que su cuerpo puede asimilar. Este aire que el bebé traga se acumula en su barriga y se convierten en gases que le impiden dormir bien.
Para evitarlo, puedes seguir algunos consejos como los que te dejamos a continuación. Porque además de dormir bien, el bebé necesita digerir el alimento de forma correcta para que su organismo absorba los nutrientes que le ayudarán a crecer fuerte y sano. Toma buena nota y ayuda a tu bebé a mejorar sus gases y así, podrá dormir mucho mejor.
- Cambia la postura al alimentar al bebé. Evita que el bebé esté demasiado tumbado cuando está comiendo. Colócalo en posición semi vertical para favorecer el movimiento intestinal y evitar que se acumulen los gases.
- Favorece la expulsión de los gases. Si tu bebé tiende a acumular gases es importante ayudarlo a expulsarlos tras cada toma. Colócate al bebé al hombro, bien pegado al pecho y bien tapado para que mantenga la temperatura corporal. Acúnalo y con suavidad ve dándole pequeños toquecitos con la mano en la espalda para favorecer la expulsión de los gases.
- No lo tumbes nada más comer. Para favorecer la digestión, es muy importante mantener al bebé en vertical durante unos minutos antes de dejarlo en la cuna. De esta forma no solo le ayudas a expulsar los gases, sino que le das tiempo a realizar el proceso de digestión y evitas reflujo y vómitos.
- Portea a tu bebé. Está demostrado que portear al bebé es uno de los mejores remedios para aliviar el malestar de los gases y mejorar su digestión. Al mantenerlo pegado a tu cuerpo le proporcionas calor en la barriga y un movimiento que le ayuda a expulsar los gases. Además, esta posición mejora el tránsito intestinal y le ayuda a hacer caca.
- Aplica calor en la zona abdominal. Nunca debes hacerlo de forma directa, pero puedes usar bolsitas de semillas, una bolsa de agua caliente o calentar una mantita. Incluso, puedes darle un baño templadito para que además de expulsar los gases el bebé se relaje y pueda dormir mejor.
Cuándo acudir a la consulta del pediatra
A veces los gases persisten y el bebé los sufre y no puede dormir bien, está irritado, quejicoso y molesto. En este caso es importante acudir a la consulta del pediatra para valorar si puede haber alguna causa más que provoque la acumulación de gases. La alergia y la intolerancia a la proteína de la leche pueden ser la clave de esos gases y por ello es esencial que el pediatra realice ciertas pruebas para dar con la clave.