Todo lo que los niños aprenden de pequeños, los hábitos que adquieren, los valores con los que crecen, marcan las bases de lo que será su vida de adultos. Por ello, es muy importante educarlos desde muy pequeños para que puedan crecer sanamente en todos los sentidos. La comida es uno de los pilares fundamentales de la vida, si ella, no es posible la vida y así es como debe ser inculcada en los niños.
El problema es que en muchas ocasiones se utiliza la comida como un método de diversión, de distracción, de satisfacción e incluso como un premio. Aunque está bien porque comer es placentero, activa los sentidos y proporciona placer inmediato, es necesario no perder de vista el auténtico sentido de la comida. Los alimentos son necesarios para vivir, pero en ningún caso se debe dejar que la comida controle tu vida.
Esto es lo que ocurre cuando se produce una adicción, que generalmente al hablar de comida se refiere a los dulces, el azúcar o como es el caso, al chocolate. Que te guste el chocolate y cada día te permitas tomar un poco, puede ser incluso beneficioso porque es un alimento con buenas características nutricionales. El problema llega cuando no se puede pasar si ese trozo, sin esa ración que se convierte en un hábito que condiciona la vida.
Y esto, es algo que a menudo ocurre en los niños y cada vez con mayor frecuencia. El chocolate, los dulces, los productos con azúcar, se utilizan como premio y los niños llegan a habituarse a él hasta convertirse en una adicción. Si tu hijo está enganchado al chocolate y no lo consigue cada día, puede sentir las mismas características que una persona que tiene adicción por otras sustancias.
Qué hago si mi hijo es adicto al chocolate
Si tu hijo se muestra irritable cuando no puede tener el chocolate cuando lo quiere o no puede tomarlo cada día, es posible que tenga un pequeño problema que se puede solventar. Lo bueno de este tipo de adicción es que el chocolate es un alimento saludable, cuando se trata de un producto natural y puro sin exceso de azúcar. Porque ahí es donde reside el problema, el niño en realidad no tiene adicción por el chocolate sino por el azúcar que contiene.
Así es en la mayoría de los casos y para comprobarlo solo tienes que darle a probar otro tipo de chocolate. No es necesario darle de repente un chocolate casi puro, puedes probar con un porcentaje de un 50 o un 70% de cacao. Si el niño lo toma y le gusta, puedes estar tranquila porque realmente le gusta el sabor del cacao y en ese caso se trata de un alimento con muchos beneficios para la salud.
En caso contrario y lo que ocurre en la mayoría de los casos es que el niño al probar el cacao con poco azúcar lo rechaza, porque no está dulce y no es lo que tiene acostumbrado su paladar. En cuyo caso, además de controlar el consumo de chocolate se debería añadir una reducción de productos con azúcar. Porque ahí es donde reside el problema ya que el azúcar sí que tiene efectos negativos cuando se consume en exceso.
Cómo reducir la ansiedad por el chocolate
Reduce el consumo de chocolate en casa, evita comprarlo cada día y tenerlo siempre en la despensa para no crear ansiedad en el niño. Sustituye el chocolate con leche por otras opciones con poca cantidad de azúcar y grasas, de forma que el niño tome el caco lo más puro posible y en pequeñas cantidades. Los duces no son necesarios en una dieta y por ello solo se recomienda su consumo de forma ocasional.
Si consideras que tu hijo toma demasiado chocolate y te cuesta reducir las cantidades porque se irrita o su comportamiento se ve alterado, acude al pediatra para que pueda valorar la situación. Y sobre todo, sé consciente de que es un problema que se puede tratar con paciencia, constancia y comprensión.