Los niños de hoy han nacido en una era tecnológica, están acostumbrados a crecer con dispositivos móviles y tener acceso a internet en cualquier momento y en cualquier lugar. Hasta los más pequeños parece que tienen la habilidad de manejar un teléfono móvil, cuando aún ni siquiera tienen conciencia de lo que es. Aunque las nuevas tecnologías han llegado para poner las cosas más fáciles, no dejan de ser un peligro en muchos sentidos.
La adicción al móvil ya es un hecho, muchas personas tienen dependencia por estos dispositivos y sufren diversas patologías asociadas. Ansiedad por la separación, episodios de descontrol emocional cuando no se tiene acceso al móvil o a las redes sociales, son solo algunas de estas patologías que también afectan a los niños. Si crees que tu hijo es adicto al móvil, es esencial que intervengas lo antes posible.
Cómo saber si mi hijo es adicto al móvil
Si crees que tu hijo es adicto al móvil pero necesitas confirmarlo, atenta a estas señales de aviso:
- Solo se relaciona a través de internet: Una cosa es charlar con los amigos por el móvil y otra es relacionarse exclusivamente a través de él. Si tu hijo no sale a la calle, no queda con amigos y se pasa el tiempo encerrado en su cuarto con el móvil, es una clara señal de alerta.
- Condiciona el resto de actividades: El niño deja de hacer sus deberes, descuida su higiene diaria, duerme pocas horas o baja el rendimiento escolar.
- Cambia su comportamiento: Cuando tiene que dejar el móvil por cualquier circunstancia, pasar tiempo fuera de casa, comer en familia o simplemente se le quita el móvil temporalmente, el niño puede mostrar una actitud agresiva.
Ante este tipo de comportamientos, es fundamental intervenir para encontrar una solución antes de que el problema vaya a más. Introduciendo algunos cambios es posible controlar la adicción al móvil del niño, pero cuanto más tiempo se tarde en buscar la solución, más grave será el problema. Si crees que la adicción está descontrolada y no puedes acceder a tu hijo, busca ayuda profesional para ayudar al niño a reducir esta dependencia.
Cómo ayudar a un hijo con dependencia tecnológica
Ni las obligaciones, ni las frustraciones, ni las peleas familiares, son buenas compañías en estos casos. El niño no es consciente de que tiene un problema de adicción, por lo que no entenderá por qué ahora no puede tener su móvil de forma normal. Para comenzar a tratar el problema, debes hablar con tu hijo sobre cuestiones cómo el uso responsable de redes sociales o la buena educación digital.
Es decir, el móvil no se debe utilizar cuando se está en la mesa comiendo. El sonido puede molestar a otras personas, por lo que hay que eliminar el volumen en espacios públicos o cuando otras personas están hablando, entre otros ejemplos. Tener normas es esencial para los niños, porque de lo contrario, no aprenden lo que está bien de lo que está mal.
Además, puedes poner en práctica estos consejos:
- Desconectar el móvil: El niño debe dejar el móvil apagado y fuera de la habitación para dormir bien y desconectar de las redes.
- Hacer actividades en familia: Mantener al niño ocupado con otras actividades también le ayudará a olvidar la dependencia del uso de las tecnologías.
- Sé el mejor ejemplo para tu hijo: Evita utilizar el móvil cuando estés con los niños. Enseña con tu ejemplo que el móvil es una herramienta importante, pero no más que la familia.
- Una tarifa de móvil limitada: Para controlar el uso del móvil cuando el niño está fuera de casa, es aconsejable que su tarifa sea limitada. De forma que cuando se agote su tarifa, tendrá que esperar hasta el mes siguiente para volver a tener conexión en la calle. Este será un ejercicio de autocontrol perfecto que le ayudará con otras muchas cuestiones.
Tan importante es actuar, como hacerlo de una forma apropiada. Quitarle el móvil solo aumentará su deseo de utilizarlo, prohibirle su uso creará desconcierto y enfado. En cambio, introducir pequeños cambios con los que sin apenas darse cuenta limitará su uso del móvil, será la mejor terapia para tu hijo. Muéstrate paciente y respetuosa con tu hijo, para que sepa que en cualquier caso, estarás a su lado para apoyarle.