¡Hola, lectores! Espero que estéis reflexionando sobre pregunta del título del post. Quizás estaréis pensando a qué viene esta cuestión en concreto. Pues bien, ahí va la respuesta. Tengo varias amigas con hijos de tres años que todavía no han asistido a ninguna escuela infantil y no tienen intención de hacerlo. Esa decisión la tomaron con sus parejas, y por lo tanto, tiene que ser respetada. Sin embargo, no encontraron el apoyo de sus familias. Los abuelos de los niños decían que sus nietos «iban a ser menos listos y espabilados».
Obviamente, yo me quedé pensando en ese comentario. «Los niños que no van a una escuela infantil son menos listos y espabilados». Pero no solo tuvieron la crítica de sus familias si no también la de mayoría de amigos ya que expresaban: «mi niño es más social porque va a la escuela infantil», «pues yo llevé a mi hijo con dos años y da mil vueltas a los que se quedan en casa». ¡Toma ya! La verdad es que no sé en qué se basan estos comentarios pero yo creo que no tienen razón.
Índice
- 1 Si los niños asisten a una escuela infantil o no es decisión de la familia
- 2 Los niños aprenden habilidades sociales en cualquier parte y no únicamente en la escuela infantil
- 3 Asistir a una escuela infantil no significa que los niños vayan a ser más inteligentes
- 4 Escuela infantil: descubrimiento, experimentación y aprendizaje activo
Si los niños asisten a una escuela infantil o no es decisión de la familia
Eso es lo primero. Si los padres de los niños deciden no llevar a sus hijos a ninguna escuela infantil es cosa suya. Y si deciden lo contrario también lo es. Parece ser que hay gente que se mete en la vida de los demás como «Pedro por su casa» y eso no es así. Está bien dar un consejo o una opinión pero no lo está decir a nadie lo que tiene que hacer y utilizar fundamentos que no son para nada ciertos. Por lo tanto, comentarios como los que he mencionado están fuera de lugar. O al menos lo están para mí.
¡Sorpresa! ¿Desde cuándo la escuela infantil es el único lugar donde los niños pueden socializar? Expresar que «los niños que asisten a una escuela infantil son menos tímidos y más abiertos» es algo que no tiene sentido. Los hijos de mis amigas son súper abiertos y sociales y como os digo, no han pisado un aula todavía. Sin embargo, conozco a niños que acuden a escuelas infantiles desde los dos años y les da mucha vergüenza hablar con los demás. Por lo tanto, no podemos decir que un niño es más o menos tímido si va a un centro educativo infantil.
Asistir a una escuela infantil no significa que los niños vayan a ser más inteligentes
El hijo de una vecina ha empezado el cole este año. Y era la primera vez que asistía a un centro educativo. Pidió reducción de jornada y poder trabajar desde casa y la empresa lo aceptó. Ella y su pareja decidieron no llevar a su hijo a ninguna escuela infantil. Sus familias no estuvieron de acuerdo y decían que el niño iba a tener muchísimos problemas cuando empezara el colegio. Pues bien, no solo no ha tenido problemas si no que los maestros y el pequeño han estado encantados durante el curso.
No ha tenido ningún problema de aprendizaje, ni de socialización, ni de convivencia. ¡Todo lo contrario! La adaptación ha sido fantástica y el niño ha empezado (y terminado) primero de primaria muy ilusionado, emocionado y con buenas notas. En mi caso, no asistí a la escuela infantil hasta los cinco años. Y tampoco tuve dificultades en el colegio. Sin embargo, hay niños que han ido a escuelas infantiles y el cambio al colegio les ha superado (estrés, agobios, desmotivación…).
Escuela infantil: descubrimiento, experimentación y aprendizaje activo
Soy educadora infantil y adoro la profesión. Si hay padres que quieren llevar a sus hijos a las escuelas infantiles para que sean más inteligentes y más espabilados, creo que se están equivocando. A la escuela infantil no se va para ser más o menos inteligente. Los más pequeños deberían ir allí para descubrir cosas nuevas, para experimentar, para investigar y para aprender de forma activa. Sin embargo, hay familias que tienen las expectativas altas. «Oye, que mi hijo tiene tres años y no ha aprendido a escribir», «¿es que no vais a enseñar a los niños a sumar y a restar?»
¡Cómo si tuvieran que aprender a escribir y a hacer operaciones básicas con cuatro años! Luego, pasa lo inevitable: que si se obliga a los niños a adquirir un aprendizaje antes de tiempo o de manera incorrecta, la desmotivación y la desilusión escolar está asegurada. Hay quién no entiende que cada niño tiene su ritmo individual de aprendizaje. Y desgraciadamente, no en todos los casos es respetado. Una cosa es fomentar y favorecer el interés por la lectura desde la infancia y otra es decir «tienes que aprender a leer con cuatro años sí o sí». Ya os digo yo que de esa manera los más pequeños no van a tener interés por nada.
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