Niños que fingen dolencias, ¿cuál es la causa?

Niños que fingen dolencias

Cuando los niños tienen que enfrentarse a diversas situaciones, hay veces que fingen dolencias para evitar las mismas. Suelen ser cosas poco graves, como una tos repentina, un fuerte dolor de barriga o un llanto repentino sin aparente causa y provocado por algo que nadie ha presenciado. En algunos casos, puede deberse a una forma de evitar un examen para que no se han preparado o por cualquier otra situación similar en la escuela.

Sin embargo, es muy importante estar alerta ante posibles problemas que puede estar sufriendo el niño. Ya que hay niños que fingen dolencias porque estas sirven para ocultar problemas mayores. Por ello, es esencial dar la justa importancia a este tipo de cuestiones que muchas veces se pasan por alto. Si se trata de un caso aislado, lo normal es que se trate de una forma de esquivar una situación puntual, pero, si se repite con frecuencia, es fundamental indagar para dar con la causa de este problema.

¿Cómo saber si el dolor es fingido o es real?

Cuando los niños fingen determinadas dolencias, estas suelen ser difíciles de ver si son reales o no. Si tu hijo te dice que le duele la tripa, no hay forma de saber si es verdad o no, al menos en ese mismo instante o a menos que seas pediatra. Si esto ocurre, lo primero que debes hacer es intentar averiguar la causa de ese malestar. Mira a ver si el niño tiene fiebre, si puede tener un empacho o quizá pueda estar estreñido. Estas son causas comunes de dolores de barriga o malestar general.

Si realizas una exploración básica y no encuentras otros síntomas, como que el niño está apagado, con poca energía o cualquier otro rasgo habitual en los niños, debes estar alerta ante la duración de la dolencia en cuestión. Si el malestar se mantiene durante algunas horas, lo normal es que pidas cita con el pediatra para que valore la situación. El problema surge cuando el niño, muestra síntomas de dolor o malestar en momentos clave, como la hora de ir al colegio.

Causas por las cuales los niños que fingen dolencias

Generalmente, los niños fingen dolencias porque no saben expresar con palabras otros sentimientos. Entonces, utilizan el dolor para llamar la atención de los padres y conseguir así que se les preste una atención que no saben reclamar. Se trata de una forma muy común de evitar situaciones como ir a la escuela sin haber hecho los deberes, intentar librarse de hacer un examen para el que no se han preparado o para una clase de gimnasia que no les gusta hacer.

Pero la causa también puede estar motivada por cuestiones más graves, como un caso de acoso escolar. Los niños no saben expresar sus miedos, no tienen facilidad para hablar con las personas mayores de este tipo de cuestiones. Cuando comienzan los problemas de acoso, el niño comienza a cambiar su actitud, se muestra más triste, poco sociable y generalmente, fingen dolencias para evitar enfrentarse a esa situación.

Cómo manejar la situación

Si detectas que tu hijo o hija finge determinada dolencia en un momento muy concreto, como el día que tiene gimnasia en el colegio, intenta encontrar la causa en ese momento. Hazle preguntas muy concretas que le ayuden a expresar lo que ocurre, por ejemplo, qué hacen en la clase de gimnasia, qué ejercicios le salen mejor o si hay alguno que se le resista.

También es muy importante estar al tanto de cómo se relacionan los niños con sus iguales en el colegio. Quizá no se trate de un caso de acoso, sino que el niño puede tener problemas para relacionarse, por timidez o por cualquier otra cuestión que le esté dificultando hacer amigos. Pero lo más importante, es que todas estas averiguaciones se realicen de una forma tranquila, sin que el niño se sienta acorralado.

Porque lo más seguro es que en ese caso, se cierre en banda y le cueste más hablar contigo. Y ante cualquier muestra de problema en la escuela, pide rápidamente una tutoría con su profesor para atajar la situación a la mayor brevedad posible. De igual modo, es posible que el dolor del niño esté producido por causas físicas. Por lo que también es importante pedir una revisión con el pediatra para descartar cualquier problema.



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