En nuestra sociedad cada día hay más bebés que nacen antes de las 32 semanas de gestación o con un peso inferior a 1,5 kilos. Parte de este aumento se debe a las técnicas de reproducción asistida y al incremento de la edad de las mamás.
La llegada de un bebé prematuro genera una serie de miedos e inseguridades que afectan a sus padres especialmente durante los primeros meses. La mayoría de ellos no están preparados para recibir el anuncio de un parto prematuro y, no saben cómo hacerle frente.
Afrontar de forma positiva la noticia de un parto prematuro
Para afrontar la noticia de un parto prematuro los futuros padres deben compartir y resolver todas sus dudas y preocupaciones con el equipo del hospital (médicos, comadronas, enfermeras, etc.). Esta información será clave a la hora de hacer frente a todo el proceso. Seguramente piensen que no están preparados para que su hijo nazca tan pronto y la noticia los angustie y preocupe mucho.
El momento del parto y las primeras horas de vida
No es fácil ver nacer a un bebé prematuro, su tamaño y bajo peso puede resultar muy impactante. Tampoco lo es que te separen de tu bebé nada más nacer para llevarlo a la incubadora y verlo rodeado de tubos y aparatos. Es normal que muchas madres tengan sentimientos encontrados e incluso sientan cierta dificultad para establecer un vínculo con su bebé.
Hay que tener paciencia y esforzarse por mantener la calma ante esa montaña rusa de emociones y sentimientos. Recordad que vuestra fuerza y amor son vitales para que el bebé salga adelante.
Afortunadamente cada vez son más los hospitales que cuentan con unidades hospitalarias de neonatología avanzadas. Estas unidades han adoptado el método canguro por los múltiples beneficios que aporta en el cuidado y desarrollo de los recién nacidos prematuros.
El método canguro
Este método consiste en colocar al bebé desnudo (o con el pañal) en contacto directo con el pecho descubierto de la madre o del padre, piel con piel. Esta posición ayuda al bebé prematuro a regular su temperatura corporal, facilita la lactancia materna y el apego. Además estrecha el vínculo afectivo entre el hijo y sus progenitores y les hace partícipes del proceso de su cuidado.
Las primeras semanas
Un bebé prematuro de menos de 30 semanas se enfrenta a un sinfín de riesgos y complicaciones día a día. Algunas de ellas podrían costarle la vida. Eso provoca en los padres la sensación de estar viviendo su peor pesadilla y siguen acechando dudas e inseguridades. Cada día es una batalla.
Para muchas madres es duro hacer frente a sus emociones. La clave es preguntar, preguntar y volver a preguntar todo aquello que genere dudas. Todas las veces que sea necesario.
Hay grupos de padres prematuros que pueden ser de gran ayuda durante estas primeras semanas. Hablar con personas que han pasado por las mismas experiencias puede ser muy reconfortante.
Por fin en casa
Aunque ya estéis en casa con vuestro bebé y os sintáis algo más aliviados, seguiréis preocupados por su estado de salud y estaréis ocupadísimos atendiendo sus necesidades. Te preguntarás si serás capaz de atender a tu pequeño como lo hacían en el hospital. Seguramente serán los meses más duros y largos de vuestras vidas.
Aseguraos de tener toda la información médica necesaria para cuidar a vuestro bebé correctamente. Aprende a pedir ayuda cuando la necesites y acéptala cuando alguien te la ofrezca.
El futuro de tu bebé prematuro
Afortunadamente la medicina en el campo neonatal ha avanzado muchísimo y hoy en día la mayoría de los niños prematuros llevan una vida completamente normal. Por ese motivo desde este post me gustaría mandar a los padres estos bebés un mensaje de apoyo y esperanza.
Las preocupaciones y todo ese sufrimiento que afrontáis en estos momentos os serán compensados cuando veáis a vuestro hijo sano y feliz en un futuro no muy lejano.
¡Mucho ánimo y todo mi cariño para esos padres luchadores!