Si tu niño o niña padece de piel sensible, seguramente es un problema que está derivando a ser tendencia atópica. Es una afección de la piel que afecta aproximadamente a 1-2 de cada 10 niños y va en tendencia. Lo más importante a destacar es que es tratable y que la mayoría de los casos se superan.
Algunos niños pueden llegar a tener complicaciones y pueden dificultar una vida cotidiana normal. Dentro de sus cuidados están lo que el médico pueda ayudar en su tratamiento y a un cuidado diario para prevenir los brotes y evitar las molestias.
¿Cuál es la causa de la piel atópica o sensible?
Son muchos los factores que pueden afectar a tener una piel sensible o atópica. Esta enfermedad puede ir en aumento si se siguen cierto tipo de hábitos, se continúa exponiendo la piel a algún tipo de contaminación o se padece estrés o falta de sueño. Como hemos dicho si se cuida la piel los tratamientos son efectivos, alrededor de 3 niños seguirán padeciendo este malestar hasta su edad adulta.
- Las probabilidades de padecerlo en su gran parte son causadas por herencias genéticas. Se pueden incrementar los casos en un 50-70% cuando existen antecedentes familiares. Todavía no esta del todo aclarada su relación y su etiología es compleja.
- Los factores externos pueden ser también los causantes. El polen, la contaminación, los ácaros y algunos detergentes en el lavado de la ropa, etc. pueden acondicionar la aparición de estas molestias. Hay que mencionar que estos casos las funciones inmunitarias del paciente están modificadas y por ello son más sensibles a su sistema defensivo.
- La alimentación también puede influir, llegando a triplicar por tres el número de casos, causados por algunos alimentos. Los huevos, frutos secos, algunos pescados o la leche pueden ser algunos de estos factores que causan esta molestia.
- También puede estar relacionado con una estrecha relación con el estrés o no pudiendo canalizar bien los estados emocionales. Se puede llegar a desencadenar estos brotes de dermatitis atópica o incluso a veces una neurodermatitis.
- Otros factores que pueden incidir son el exceso de calor o frío, el sol directo, los excesos de sudor o cambios de temperatura drásticos y sobre todo el bebés y niños intentar dar baños cortos de agua caliente, ya que si superan los 38° pueden empeorar sus síntomas.
- Hay que procurar no usar ciertos perfumes que irriten la piel, ni lociones o jabones, ya que sus químicos no puedan ser tolerados por la piel sensible. El uso de suavizante para la ropa también puede ser irritante, para ello existen detergentes y suavizantes especiales para pieles delicadas.
- Respecto a los tejidos, los materiales gruesos como la lana pueden crear este malestar, son mejores los tejidos suaves, finos y de algodón orgánico. Es recomendable que cuando se compre ropa nueva se le haga un lavado antes de ser estrenada, ya que sus componentes pueden crear reacciones en la piel.
La piel sensible o atópica puede tratarse con una serie de pautas
Todos estos factores que puede influir y que están ocasionando este tipo de problemas a la larga ocasionan otro tipo de malestares secundarios que no condicionan para nada la vida de la persona. Se puede sentir irritación contante, ansiedad, agitación, incomodidad en estar en muchos entornos e incluso en la escuela. Y uno de los lugares que más incomoda es a la hora de dormir. Sin que te des cuenta se siente la necesidad de rascarse constantemente llegando incluso a hacerse graves arañazos.
Son muchas las prevenciones y los consejos que ayudan y mucho a paliar esta gran molestia, los consejos son muchos y permitirán que se reduzcan los picores en mayor grado: Tener la piel hidratada con una crema específica y sin perfume, beber mucha agua, evitar las temperaturas extremas, los baños cortos o incluso no secarse con la toalla frotándose sino con toques suaves. No obstante, el médico determinará cual es el mejor tratamiento farmacológico para este tipo de dermatitis atópica o piel sensible.