El líquido amniótico es ese líquido claro, y un poco amarillo que envuelve al feto dentro del útero. Mientras el bebé permanezca en el útero flotará en este líquido, en una cantidad aproximada de 600 milílitros de media. Te contamos que desde la semana 34 a la 40 es cuando más líquido amniótico vas a producir, llegando hasta los 1.000 milílitros en la semana 38 y bajando el 20%, en general, en el momento del parto.
Una cosa interesante es que recientemente se ha demostrado que el líquido amniótico contiene células tejidos embrionarios y extra embrionarios diferenciadas y no diferenciadas.
Funciones del líquido aminiótico
El líquido amniótico es de vital importancia en el desarrollo del embarazo ya que regula la temperatura del embrión y luego del feto, incorpora nutrientes, amortigua los movimientos del feto para la madre y viceversa, lo protege de infecciones externa y facilita el parto.
Este líquido se mueve constantemente a medida que el bebé lo traga y lo libera a través de su propia orina, que a la vez será uno de los factores importantes en su creación.
¿Cómo sé si estoy perdiendo orina o líquido amniótico?
Esta es una pregunta muy frecuente entre las embarazadas, así que es lógico que tú también la tengas. Hay un salvaslip que detecta las pérdidas de líquido amniótico. Lo venden en las farmacias. En este salvaslip hay una tira que reacciona cambiando de color, si es amarilla es que es orina, pero si es verde o azulada, entonces te indica que estás perdiendo líquido amniótico.
El flujo vaginal es más viscoso y espeso, con un olor característico en cada mujer.
Si estás en las últimas semanas y tienes duda de si has roto aguas o no, que es la expresión popular con la que se conoce la rotura del saco amniótico, o se ha desgarrado, da un paseo (lo que como sabes facilita el parto) y tose varias veces, si la ropa interior se ha mojado es el momento de consultar al médico. Si por el contrario está seca tendrás que seguir paseando un poco más.
Ante la más mínima sospecha de pérdida de líquido amniótico, te recomendamos que acudas a tu médico, para que valore la cantidad de líquido que hay a través de una ecografía.
En este artículo tienes más información sobre las posibles coloraciones del líquido amniótico.
¿Es peligroso hacerse una amniocentesis ?
Una amniocentesis descarta la presencia de ciertos defectos cromosómicos y genéticos en el bebé. Se realiza durante el segundo trimestre de embarazo, entre las 15 y las 18 semanas después del último período menstrual. Puede suceder que después de practicar la amniocentesis, haya alguna pérdida del líquido amniótico, por eso se controla especialmente a la mujer tras la práctica. Lo normal es que la fisura cicatrice por sí sola, se interrumpe la pérdida y el líquido vuelve a su nivel normal.
Te explicamos en qué consiste esta prueba. Primero te hacen un escáner para saber cómo está colocado el feto y la placenta, se inserta en el útero, sin anestesia, una aguja larga. Se retiran unos 140 milílitros de líquido de la bolsa amniótica. Las células que contiene este líquido se separan centrifugándolas, y se cultivan entre dos semanas y media y cinco.
Líquido amniótico y alergias alimentarias
En el caso de las alergias alimentarias éstas no se dan la primera vez que se ingiere el alimento, sino después de varias tomas. Sin embrago, hay niños, que sin haber tomado este alimento previamente ya desarrollan los síntomas. Esto es porque para que una alergia se desarrolle también tiene que haber una predisposición genética, y como te decíamos, haber tenido contacto previo con el alérgeno.
Pues bien, un equipo de investigadores de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, demostró la presencia de alérgenos alimentarios en el líquido amniótico de los fetos en gestación. Esto significa que el proceso de sensibilización alimentaria del bebé ocurre desde el útero. Antes de lo que se creía. Durante las 20 primeras semanas de gestación, que es cuando la madre se encarga al 100 % de “fabricar” el líquido amniótico ella será la responsable de transmitir estos alérgenos.