La lactancia materna no es un tema de uno, sino de dos, la madre y el hijo o la hija. Ni tu cuerpo ni el bebé es pasivo, la leche sale hacia fuera gracias a la acción de una hormona, la oxitocina y el bebé tendrá que aprender unos movimientos de succión para conseguir toda la leche que necesita, no solo la que gotea.
Aunque ciertamente tiene mucho de proceso instintivo también hay un lugar para el aprendizaje. Curiosamente ver a otros bebés amamantar, facilita a la madre y al propio bebé una posición adecuada. De esto queremos hablarte de las diferentes posturas que puedes o podéis adoptar para amamantar.
Amamantar es instintivo o aprendido
Distintos estudios hablan de que si el recién nacido en el mismo momento de nacer, antes de lavarlo, pesarlo e incluso antes de cortar el cordón se coloca desnudo sobre el cuerpo desnudo de su madre, y se le deja con ella durante dos horas sin interrupciones, casi todos se arrastran hacia el pecho. Son capaces de localizar el pezón y maman de forma espontánea en posición correcta. Esta primera toma en estas circunstancias tiene una duración variable de unos 20 minutos.
De la misma forma se ha observado que muchos recién nacidos no consiguen mamar correctamente si están bajo los efectos de la peridural administrada a la madre durante el parto, o si son separados de la madre entre el minuto 20 y 40 después del parto.
Cuando coinciden los dos factores casi ningún recién nacido logra mamar en posición correcta. Pero como te decíamos antes es una cuestión de aprendizaje mutuo.
Recomendaciones sobre posturas y posiciones
¡Qué te voy a contar! Vas a estar muchas horas al día amamantando, así que busca tu postura más cómoda para no sufrit dolor de espalda y que las tomas se nos te hagan eternas. Ten a mano todo lo que creas que vas a necesitar, pañuelitos, teléfono, libro, mando a distancia, cojines, agua, reposapiés… y todo lo que vaya surgiendo.
Se ha descubierto que los bebés maman mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás o estirada. Lo importante es que la madre no se encorve sobre el bebé, éste tiene que agarrar bien el pecho, que su succión, sea correcta, con la boca bien abierta, los labios evertidos, la lengua debajo del pezón y con nariz y barbilla tocando el pecho. Permite que tu bebé cabecee, busque y escoja un pecho y golpee repetidamente con la barbilla hasta prenderse solo.
Postura sentada y posición rugby
En la posición sentada el bebé está estirado frente a la madre en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus pies hacia el otro pecho. Es la más habitual.
Si tu bebé rechaza mamar por uno de los pechos puedes hacer una variante de es posición colocando al bebé de forma inversa. Es decir también estirado y girado hacia la madre, pero con los pies hacia tu espalda. Si el bebé se siente colocado de la misma forma, pero en pechos diferentes puede que acepte el pezón que antes rechazaba. Es la que se conoce también como posición de rugby.
Tanto las posición estirada como la de rugby funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, se coloca en postura semireclinada.
Amamantar estirada
Esta postura en la que la madre y el bebé están estirados y en paralelo, ya sea inverso o no a la madres es muy útil para amamantar por las noches o para descansar un rato. Si pones el bebé inverso es menos común, pero muchas mujeres se sienten cómodas con ella. Puede ser útil en caso de obstrucciones o mastitis agudas localizadas en la parte superior del pecho.
Lo importante es que sepas que no existe una única postura o posición correcta para todos los binomios madre hijo. Cada pareja tendrá que buscar las posturas que mejor se adapten a sus mutuas preferencias, a las características físicas de ambos y e ala evolución del bebé.
Por último queremos recomendaros este artículo sobre la alimentación correcta durante el periodo de lactancia.