Cambios de humor repentinos, más llantos y respuestas, cuesionamientos y tiempo con amigos. La preadolescencia llega cada vez más temprano y los padres parecen algo perdidos… ¿Qué es la preadolescencia y cuándo comienza? Os contamos que podemos esperar de esta particular etapa del desarrollo de los niños.
¿Estáis preparados para el comienzo de un viaje inesperado? Sin dudas, la preadolescencia es la puerta de entrada a la adolescencia y aún cuando las características típicas de esta última no se manifiestan de manera tan clara comienzan a aparecer algunos rasgos… Veamos este tema un poco más de cerca.
El comienzo de la preadolescencia
Si la adolescencia es el periodo de vida que le sucede a la niñez y que se inicia con la pubertad, la preadolescencia es esa etapa previa en la que los niños dejan de ser niños pero aún no son adolescentes. Es un período de transición con características propias. Si bien se sabe que es la etapa intermedia entre la niñez y la adolescencia no hay calendario específico.
Dependiendo cada persona, el comienzo de la misma. Por esto es que no es posible ser estrictos en cuanto a la edad, aunque se estima que en la mayor parte de los casos la adolescencia comienza hacia los 11 años y finaliza a los 13. Si bien la preadolescencia está identificada con los cambios orgánicos producidos en el niño/a en relación a su desarrollo hormonal, también está muy vinculada al entorno en el que habitan los niños. Debido al impacto que hoy día los peques tienen a nivel cultural, expuestos a la televisión, los anuncios, las redes sociales, etc, hoy la preadolescencia se ha adelantado en muchos países y comienza antes de lo que comenzaba hace algunas décadas.
Más allá de estas diferencias, lo que es claro es que la preadolescencia guarda relación con el fin de la infancia y el comienzo de la pubertad.
Cambios en el cuerpo y en las emociones
Uno de los aspectos más notorios de la llegada de la preadolescencia es el cambio de imagen corporal. Si bien aún no se observa el desarrollo físico que luego se sucederá en la adolescencia, a partir de los 10 u 11 años -antes en algunos casos- los niños comienzan a cambiar su aspecto físico debido al desarrollo hormonal. Pero este es el aspecto más notorio de la adolescencia aunque también hay otras manifestaciones menos evidentes. La preadolescencia también está marcada por un cambio en el comportamiento de los niños, con conductas aún infantiles mezcladas con reclamos o intentos de autonomía.
Los preadolescentes comienzan a percibirse como independientes de sus padres y con voz propia, y esto lo reflejan en sus hábitos y conductas. Pero aún no logran el nivel de independencia que propone la adolescencia, por lo que es un período de ambivalencia, en donde conviven conductas infantiles con otras más adolescentes. Por primera vez observan y perciben el entorno en el que viven y sienten deseos de mayor libertad. Es común que en la preadolescencia los niños formen grupos de pertenencia y quieran pasar tiempo con ellos. Así, dejan de pasar tanto tiempo con los padres siendo los amigos con los que comienzan a identificarse.
Imagen del preadolescente
Otro aspecto central de la preadolescencia es que en este contexto de percepción de su alrededor aparece el pudor. Por primera vez tienen un registro del mundo y aparece la verguenza. Comienzan a taparse al salir de la ducha y a preservar su privacidad. En esta etapa, se produce un intercambio más intenso con el mundo exterior fuera de la familia primaria y por eso aparecen nuevos gustos y aficiones, y nuevas formas de pensar.
En esta etapa los niños y niñas también comienzan a autopercibirse y por eso la propia imagen se vuelve importante. Es el despegue de la sexualidad y el modo de vestir, actuar y demás de alguna manera refleja la identidad que poco a poco el niño va adquiriendo. Si hasta entonces la identidad era consecuencia de sus vínculos primarios, en la preadolescencia la construcción del «yo» también se ve influenciada por el mundo social.