En España, entre otras condiciones que tiene que reunir una persona para registrarse como donante de médula ósea es que tenga entre 18 y 40 años, para registrarse como donante y podrán donar hasta los 60 quienes ya estén inscritos. Así que dicho esto, los niños no pueden ser donantes de médula ósea. Ni siquiera los menores que tengan 16 años, con consentimiento de sus padres o tutores pueden hacerlo.
No obstante, hay algunos casos en los que niños han donado médula ósea a sus hermanos, sin que por eso hayan expresado su voluntad como “donantes”. Te explicamos cómo.
Excepciones a la regla
Aunque la ley no permite el registro de donantes de médula menores de 18 años, digamos que se pueden encontrar algunos resquicios “alegales” que no permitan la donación, pero sí el uso de células madres de menores, con el consentimiento de los padres o tutores.
Hay pacientes, algunos de ellos niños y niñas que sufren ciertas patologías que sólo se curan con una medicación específica más un trasplante de células madre sanguíneas, o sea trasplante de médula ósea. Estas células madres puede venir del propio paciente, del niño en cuestión, si se guardó su cordón umbilical. En este caso sí podríamos considerar que es el niño el que se está autodonando sus células madres. Es lo que se llama trasplante autólogo.
Las posibilidades de encontrar el donante idóneo dentro de la familia son pocas, pero las hay. Se han dado casos de hermanos menores o mayores que siendo niños han donado a su hermano o hermana. Además están los casos de “hermano salvador” , es el bebé que nace para proporcionar un trasplante de médula ósea a su hermano afectado por una enfermedad mortal, como el cáncer o la anemia de Fanconi. Este segundo bebé se concibe a través de fecundación in vitro.
La hermana salvadora que sí será donante de médula ósea
A principios de este mes de septiembre conocimos que en mayo, en plena pandemia nació una niña, concebida mediante reproducción asistida, que es genéticamente compatible con su hermano enfermo, y que permite por tanto, utilizar sus células madres sin miedo al rechazo, y así proporcionarle la cura. Para ello habrá que esperar que la niña tenga dos años.
El tratamiento se ha llevado a cabo desde la Fundación Jiménez Díaz, que figura entre los pocos centros del Sistema Nacional de Salud que ofrece este tipo de diagnóstico genético preimplantacional. El DGP es una técnica diagnóstica que hace posible realizar el estudio genético de una condición concreta del embrión antes de que este sea transferido al útero materno. Esto se hace con el fin de prevenir algunas enfermedades genéticas graves que ya han afectado a otros niños de la familia.
La Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida permite en España el diagnóstico preimplantacional. Para ello se tienen que cumplir ciertos requisitos como, era el caso de esta familia. Esta práctica requiere una autorización de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida (CNRHA).
Familiares compatibles que donan médula ósea
La donación de médula ósea, como cualquier donación es un acto de solidaridad que puede salvar la vida de una persona. En la actualidad se emplea para curar una variedad de enfermedades graves, sobre todo aquellas que afectan a la sangre.
En la médula ósea hay una gran cantidad de células madre, progenitores hematopoyéticos. Sólo en un 30% de los pacientes se encuentra un donante compatible entre sus familiares cercanos.
En primer lugar, si el niño o niña no conserva su cordón umbilical, se hacen los test de compatibilidad con los hermanos, sean estos menores o no. El grado más alto de compatibilidad con cada hermano ocurre en un 25%. Por eso en tantas ocasiones se necesita buscar otro donante. Este donante puede ser otro miembro de la familia u otro, que esté en los registros internacionales de donantes de médula. La media para encontrar compatibilidad es de uno de cada cien mil.