Durante el embarazo hay mujeres que sufren de fallos renales, en estos casos hay mayores probabilidades de padecer hipertensión arterial, preeclampsia, eclampsia… Incluso aquellas gestantes que sufran de una enfermedad renal leve pueden atravesar complicaciones como la anemia o desnutrición.
Te hablaremos de las consecuencias de las enfermedades renales, tanto para ti como para tu bebé. Pero como siempre nos gusta matizar, lo principal, es que lleves un control y estés motorizada. Si además, antes de quedarte embarazada ya tenías enfermedades renales, se te considerará un embarazo de riesgo. Y aún tendrás más controles.
Síntomas y consecuencias de las enfermedades renales en el embarazo
La principal causa de los problemas renales durante el embarazo es la falta de proteínas que sufre la madre. La filtración deficitaria por parte de los riñones hace que los nutrientes, elementales para la mamá y el bebé, se eliminen a través de la orina. Para que esto no suceda el especialista evaluará el nivel de creatinina sanguínea de la madre desde el comienzo del embarazo, y determinará el tratamiento.
Te comentamos algunos síntomas que se presentan en el embarazo y que pueden alertarte sobre una enfermedad renal, para que lo comentes con tu médico:
- Cambios en la frecuencia, la cantidad y el color de la micción.
- Retención de líquidos, causa hinchazón y sensación de fatiga.
- Sabor metálico en la boca y aliento a amoníaco.
- Hipertensión arterial.
- Náuseas y vómitos.
Por el hecho de estar embarazada ya se observan modificaciones en la funcionalidad renal, incluso se pueden observar cambios en el tamaño de los riñones.
Tratamiento para las enfermedades renales durante el embarazo
Las etapas de la enfermedad renal se dividen de 1 a 5, el nivel 1 es la menos dañina y el 5 la más. Es en este último nivel que puede ser necesaria la hemodiálisis. En cualquier caso siempre es el especialista el que valorará la situación de la mujer. También debes tener en cuenta que la enfermedad renal causa cambios hormonales, al igual que el embarazo, por lo que el tratamiento puede incluir esteroides.
Cualquier tratamiento se hará con cuidado y teniendo en cuenta el feto, para lo que se le hará un monitoreo casi constante. Las enfermedades renales en el embarazo, también afectan a la salud del bebé. Las consecuencias más graves son un retraso en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer , partos prematuros e incluso la muerte fetal por infartos placentarios.
El tratamiento de la hipertensión de la madre continuará, pero habrá que tener cuidado con los medicamentos que están contraindicados en el embarazo. Respecto a hemodiálisis, que a menudo es necesaria, no se puede ser reemplazada por otra cosa. Por tanto será necesario que continúe, e incluso que aumente la frecuencia.
Enfermedad Renal Crónica, factor de riesgo para la gestación
Padecer una enfermedad renal crónica es un factor de riesgo para la gestación. De hecho, tener alteraciones del ciclo ovárico y la fertilidad son comunes en mujeres con enfermedades renales. La amenorrea y la anovulación es uno de los elementos más frecuentes en pacientes en edad fértil. Pero si te has quedado embarazada, tu médico te detallará las consecuencias que para ti, como madre, y para el bebé puede tener. Ten en cuenta que si uno de los progenitores, incluido el padre, ha sufrido o sufre insuficiencia renal, el bebé también podría desarrollarla a lo largo de su vida.
Lo más seguro es que tu médico te recomendará llevar un control exhaustivo de los líquidos y de las cifras de presión arterial, además de incrementar el número de sesiones de hemodiálisis a la semana. Estos datos serán claves. Es muy importante mantener una comunicación médico-paciente efectiva.
Como hemos señalado, los avances en medicina, han permitido mejorar los resultados maternos y perinatales en pacientes con nefropatía. No obstante aún se presentan complicaciones que amenazan el resultado obstétrico, Sabemos que son medidas que exigen mucho de las mujeres, pero son cosas necesarias para que el embarazo siga adelante sin inconvenientes.