La manzanilla es una hierba que se toma a modo de infusión para tratamientos digestivos dese tiempo inmemorables por todas las personas. Se toma a base de té de manzanilla y siempre ha dado buenos efectos a cualquier edad, aunque desde hace años podría haber alguna controversia o preocupación en si se le puede dar manzanilla a un bebé.
No gusta dar manzanilla a un bebé por la simple razón de que como alimento no aporta nada. Si a un bebé que toma su leche le estás sustituyendo el vacío de su estómago por otro alimento que no aporta nada, ésta será la razón por pensar que ya no le estás ofreciendo realmente el alimento que necesita.
¿Qué propiedades tiene una manzanilla?
La manzanilla siempre ha sido bien conocida por sus propiedades antiinflamatorias para el sistema digestivo, tanto para el estómago como los intestinos. Alivia el dolor y el ardor de dicho lugar y calma los gases. También es un aliado de las gastritis, una dolencia que afecta a la mucosa gástrica. Incluso todo lo relacionado con los procesos inflamatorios del sistema gastrointestinal.
Esta hierba carminativa es utilizada para su toma en bebés para prevenir la formación de gases e incluso para su facilidad de expulsión. La manzanilla se administra en bebés cuando padecen de los temidos cólicos. Si su toma se hace por la noche y calma cualquiera de estos indicios, será un buen conductor para inducir a un sueño nocturno más placentero.
¿Es la manzanilla segura para un bebé?
En principio es segura, pero muchos expertos recomiendan que antes de administrarla se consulte con un pediatra. Su consumo no es recomendable antes de los 6 meses del bebé. A esta edad ya se le está introduciendo otro tipo de líquidos como agua y zumo natural de frutas, por lo que añadir la manzanilla no sería un obstáculo.
Antes de los 6 meses y con posibles problemas digestivos, hay que consultar al pediatra para buscar una solución. Puede que recomiende que la leche materna ya sea un remedio natural, o se prescriba algún tipo de medicamento natural con una dosis pequeña de manzanilla.
Cómo preparar manzanilla para bebés
Se puede preparar flores de manzanilla naturales compradas de cultivo ecológico. Algunos expertos no recomiendan usar manzanilla natural por su posible mezcla de hojas sueltas, ya que podrían estar contaminadas con la bacteria Clostridium Botulinum y podría dañar al bebé.
En el caso de preparar flores de manzanilla se verterá dos cucharaditas de flores de manzanilla en una taza de agua caliente (no hervir) durante 3-5 minutos y cubrir. Se filtrará, se dejará templar y se administrará.
La manzanilla también se puede preparar en bolsitas de infusión. Se pondrá a hervir agua, se retirará del fuego y se añadirá la bolsita. Se dejará reposar alrededor de 10 minutos, retiraremos la bolsita y ya podremos ofrecer la infusión cuando esté a temperatura ambiente.
Otro tipo de infusión a base de manzanilla es una fórmula con forma granulada que venden en farmacias. Tendrá como principal componente la manzanilla y quizás esté mezclado con otro tipo de hierbas para calmar los procesos digestivos. Estos preparados se pueden disolver en agua fría y caliente. En cualquiera de los preparados que se hagan no es recomendable añadir azúcar, a la larga puede dañar al bebé.
Cómo administrar la infusión
Hay que administrar 15 ml en cada toma y unas tres veces al día. Lo ideal es darle la infusión con un biberón. Con tan pequeña cantidad, también podemos ofrecerlo con la ayuda de un vaso, por si acaso el bebé es reacio al biberón. También se puede dar con una cucharilla, dónde se lo administraremos poco a poco.
Por regla general no suele ser una hierba que da alergia, pero hay niños que rechazan su consumo con posibles reacciones como picazón o prurito alrededor de la boca, en labios o lengua. Incluso podría producir dolor de estómago con náuseas y diarrea. Ante cualquier indicio dejar de administrar y consultar a un pediatra.