Son muchas las emociones que transcienden durante el embarazo. Están presente los cambios hormonales y lo que puede acontecer será y dependiendo del cuerpo de la mujer. Por otro lado está la figura de nuestro futuro bebé, la madre siente cómo crece mes a mes y cómo se mueve a diario. La pregunta de muchas madres es si se nota cuando el bebé se da la vuelta, ya que es de vital importancia conocer si en el último momento de la gestación se podría concretar cómo está posicionado.
Un bebé mientras tenga espacio dentro de la placenta, estará continuamente moviéndose. Por regla general una mujer nota cuando el bebé se está moviendo, pero cuando se está dando la vuelta será algo cuestionable.
¿Se nota cuando el bebé se da la vuelta?
Mientras el tamaño del bebé lo permita, se estará moviendo cómodamente sin restricciones. Según avanzan las semanas el espacio será mucho más ajustado y no podrá moverse con total resolución. Muchas madres al notar que el bebé está mucho más supeditado, creará movimientos muchos más cortos y bruscos, e incluso se notará alguna patadita que otra.
A partir de la semana 28 de embarazo y hasta la 32, es cuando el bebé ya comienza a girarse y darse la vuelta, colocándose en posición cefálica. Es en este momento cuando la cabeza está colocada hacia abajo, intentando encajar hacia el canal del parto.
Mientras los bebés tengan espacio y suficiente líquido amniótico, muchos de ellos se voltearán una y otra vez durante el tiempo que se lo permitan. Otros, sin embargo, no se mueven tanto o no llegan a moverse nunca. Pueden llegar al momento del parto y tener la “presentación podálica”, es decir, su cabeza no ha encajado en el canal de parto y lo ha hecho a la inversa, presentando sus nalgas.
Cómo saber que el bebé se ha dado la vuelta
Algunas madres notan cuando su bebé se ha volteado, lo llegan a experimentar varias veces durante su embarazo, incluso en las últimas semanas de embarazo. En otras ocasiones la matrona puede palpar la barriga para determinar en qué posición está el bebé y en algún caso puede notar que está volteado, sin llegar a haberlo notado la madre. Los casos pueden ser infinitos.
Una ecografía en las últimas semanas determinará en qué posición se encuentra el bebé, si se presenta en forma podálica no hay que alarmarse, todavía hay tiempo suficiente para que pueda darse la vuelta. Entre un 4% de los embarazos se presentan con bebés en esta posición.
Cuando el bebé está encajado
En este punto se define cuando la cabeza del feto desciende hacia el canal del parto para prepararse en su recta final. La mujer puede notar a lo largo de los días, como su cabeza se encaja con algún tipo de malestar y cómo su barriga desciende y se inclina hacia adelante.
La cabeza del niño llega a medir unos 9,5 centímetros de diámetro y tiene que superar la parte estrecha de la pelvis, llegando a encajar en ella. Sucede en las últimas semanas del embarazo, sobre la semana 33 y 34. Algunas mujeres no llegan a percatarse de tal suceso, llegando a pasar totalmente desapercibido.
Entre otros síntomas del proceso de encajamiento, hay madres que notan cómo aumenta la presión en la vejiga y en las articulaciones de la pelvis y la zona perineal. Se notarán algunos calambres o pequeñas molestias cuando su cabeza empuja para encajarse. Por otro lado, se sentirá alivio en la parte torácica al quedar algo más libre. La parte del diafragma puede estar menos presionada y no sentir esa gran asfixia o síntomas de empacho.
Según se va acercando las últimas semanas de gestación es recomendable estar relajada. La relajación corporal es la mejor aliada para que el bebé se encaje con mayor resolución. Hacer ejercicio suave es una buena recomendación, dónde se recomienda andar de 30 a una hora diaria. La natación también es muy recomendable, ya que la gravedad cero puede motivar al bebé a posicionarse.