Hay mujeres que pueden atravesar imprevistos durante su embarazo. La placenta baja se puede presentar como uno de los inconvenientes durante el desarrollo, pero a veces no llega a suponer tal problema porque se recoloca en el lugar dónde tiene que ir ubicada. En otras ocasiones, esto no sucede como tal y se debe de conocer qué hacer para que suba.
¿Puede una placenta moverse durante el embarazo? La placenta suele ubicarse de forma estática al comienzo del embarazo. En algunas ocasiones la placenta se coloca en la parte baja del útero y con el paso de los meses se mueve para no impedir el paso en la expulsión del bebé. Mediante las ecografías rutinarios se suele llevar este tipo de control.
¿Qué significa la placenta baja?
La placenta es un órgano temporal que se origina dentro del útero y sirve como unión entre la madre y el futuro bebé. Se adhiere al revestimiento uterino y su posición suele estar supeditada dependiendo de cómo se hay implantado el óvulo y el espermatozoide en el útero.
En la primera ecografía rutinaria (aproximadamente a las 20 semanas) ya se suele observar cómo es la placenta. La placenta se puede presentar baja o alta. Generalmente uno de cada seis embarazos puede presentar una placenta baja, pero hay que esperar a que pasen las semanas por si pudiera subir de forma natural.
A medida que crece el útero, la placenta puede moverse hacia arriba o la parte superior. Es un hecho natural, por el hecho de que crece y se expande, es totalmente normal que se mueva a una posición mucho más fiable.
¿Puede una placenta moverse de abajo hacia arriba durante el embarazo?
Cuando una placenta se implanta, suele hacerlo de forma fija. Pero existen casos dónde se adhiere en la parte baja, cubriendo parte o la totalidad del cuello uterino (la entrada del útero). A medida que va creciendo el útero la placenta se suele desplazar hacia arriba de forma natural.
Durante las siguientes ecografías se irá controlando su posición, tan solo hay un tercio de las embarazadas que no responden a este suceso y siguen teniendo una placenta baja hasta el final de su embarazo. Ante este hecho, se suele diagnosticar una cesárea para poder facilitar el parto.
¿Qué se debe hacer para que la placenta baja tenga que subir?
A partir de la semana 20 se suele hacer un seguimiento habitual del estado del embarazo. Si durante los meses siguiente se presenta una placenta previa, algunos de los síntomas pueden ser como el sangrado vaginal de color rojo y muy brillante.
Ante este malestar, seguramente el control ecográfico sea más persistente para determinar cómo va evolucionando su colocación. Cuando se detecta una placenta baja o previa se aconseja no realizar esfuerzos físicos, si grandes caminatas ni algunos ejercicios gimnásticos. También se aconsejará no tener relaciones sexuales y tener todo el reposo posible para que no se provoquen mucho más los sangrados.
Generalmente, no se suele recomendar nada para que la placenta baja tenga que subir. No se aconseja nada, porque la placenta suele subir de forma natural, tan solo hay que esperar a lo largo del embarazo. En teoría, al crecer el útero la placenta debería ir subiendo hacia arriba y se irá alejando del cuello uterino.
Se puede aconsejar dormir acostándose sobre el lado izquierdo del cuerpo. Esta posición ayuda a que tanto la madre como el bebé estén mucho más cómodos. También ayudará a que la sangre y otros nutrientes fluyen con mucha más facilidad hacia el bebé
Con la placenta previa no existe el intento de un parto natural, ya que existe la probabilidad de provocar laceraciones en la placenta. Este hecho deriva a crear una gran hemorragia y poner en peligro la salud de la madre y del bebé. Por lo tanto, cuando existe este tipo de placenta se recomienda y se programa una cesárea, ya que es mucho más seguro.