Con la situación de confinamiento que estamos viviendo, casi nos olvidamos del Día Mundial del Agua. Desde 1993 se celebra cada 22 de marzo y recuerda la importancia del agua para nuestro organismo, para la vida y el planeta.
El agua es la bebida más saludable. Cuando tus hijos te digan que tienen sed dales agua, olvídate de las bebidas azucaradas. Pero curiosamente los niños casi nunca dicen que tienen sed, tan ocupados como están en jugar, distraerse tenemos que tener mucho cuidado con su hidratación.
El agua, la bebida más saludable para tu organismo
El 70% de nuestro organismo es agua y esta nos resulta imprescindible para poder vivir, la necesitamos para seguir funcionando. El agua nos hace falta para la digestión, facilita la eliminación de toxinas, actúa como regulador de temperatura, transporta nutrientes… y hay que beberla aunque no tengamos sed.
El agua además alivia la fatiga, por eso los niños siempre dicen que tienen sed cuando están cansados, mejora la función de los riñones, evita el estreñimiento y facilita la digestión, nos ayuda a mejorar el sistema inmunológico, y es que previene multitud de enfermedades, algo que en estos momentos no es trivial, también gracias al agua conseguimos regular la temperatura corporal.
Sin embargo hay zonas de España, en la que a pesar que agua del grifo es potable, no se debe consumir por su alto contenido en cal o en otros elementos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumirla de forma habitual, puede dañar la flora intestinal. En este caso se recomienda usar agua embotellada.
¿Qué tipo de aguas son las más beneficiosas?
El agua más pura es la que mana directamente de la tierra, pero esta es casi imposible encontrarla y además los niveles de contaminación de los suelos y subsuelos no siempre hacen recomendable su uso. Lamentablemente cada vez se impone más el consumo de aguas embotelladas. De comprarlas te recomendamos el cristal antes que el plástico, o al menos una vez que la tengas en casa pasarla a una garrafa de cristal o de barro. Este puede ser un buen ejercicio para hacer con tus hijos e hijas y responsabilizarles del manejo y cuidado de este elemento escaso y necesario.
Cada tipo de agua tiene una mineralización diferente. Conociendo cuáles son los minerales de las que están compuestas puedes ayudar a tu familia a tener una mejor salud. Por ejemplo, las aguas de débil mineralización son las más recomendables en la alimentación infantil y para problemas de riñón. En contra tiene que no aporta minerales, que pueden beneficiar al cuerpo. Pero si el niño o niña tiene una dieta equilibrada y sana no los necesitará.
Las aguas de mineralización fuerte suelen tener mucha cantidad de calcio y de magnesio. Las aguas ferruginosas ayudan a combatir la anemia, las sulfatadas son beneficiosas para la digestión y las alergias, o las fluoradas para prevenir las caries. Estas aguas las puedes utilizar como complementos alimentarios, si el pediatra así te lo recomienda, pero siempre es necesario que consultes con el especialista.
Estimularles a que beban agua
Si ves que a tus hijos les cuesta beber agua, porque ya sabemos que es inolora, insípida y sin color, puedes “engañarles” preparándole cócteles de agua con limón, rodajas de pomelo o naranja y hasta incluyendo una estrella de anís, fresas, frutos rojos. Cualquier cosa que les llame la atención y que les parezca que estar tomando algo especial.
Otra recomendación que te damos es tener en la cocina visible una jarra de agua llena junto a unos vasos. Si los niños son muy pequeños déjalos a su alcance, toma la precaución de que sean de plástico (por una vez) y que ellos mismos se sirvan. Les estimula más hacer las cosas por sí mismos que beber, pero estarás consiguiendo que beban agua.
Además, ahora que estáis en casa, mientras hacen los deberes o ven la televisión déjales un vaso a su alcance y procura que esté siempre lleno.