Cuando llega la hora de pensar en tener un segundo hijo, muchas parejas se lo plantean mucho más que en el caso del primero. Es algo completamente lógico, puesto que en el caso del primer bebé, nadie puede saber lo que está por llegar y todos los cambios que hay que asumir, por mucho que te quieran contar o que quieras imaginar. Cada embarazo y cada bebé es completamente distinto.
Lo normal que pasados unos meses, se olvide todo lo que fue la llegada del primer hijo. Pero es importante tomarse unos minutos antes de tomar la decisión. Aunque muchas parejas lo tienen claro sin necesidad de pensar en los cambios, lo cierto es que muchas cosas vuelven a cambiar y es importante tenerlo en cuenta antes de tomar la decisión.
En cualquier caso, la decisión es algo completamente particular. Nadie mejor que uno mismo puede saber si está preparado o no para tener un segundo, o tercer hijo. No obstante, hay algunas cuestiones que debes valorar como por ejemplo:
De nuevo cambiarán las rutinas
La llegada de un hijo, altera por completo los horarios y las rutinas establecidas hasta el momento. El recién nacido es el que marca el ritmo, al menos durante los primeros meses. Con un segundo bebé, ambos padres tendréis el doble de trabajo, las horas de sueño volverán a ser escasas y el tiempo de ocio se verá relegado a un segundo plano. Por supuesto, con el tiempo todo se volverá a estabilizar y os adaptaréis a las nuevas rutinas.
Aun así, es importante valorar esta cuestión antes de lanzase a la búsqueda del nuevo miembro de la familia.
El gasto económico
Seguramente conservarás la mayoría de las cosas que compraste para tu primer hijo, por lo que el gasto inicial no será tan elevado. Pero esto no significa que la economía no se vaya a ver afectada, al contrario, los gastos se multiplican. Tu primer hijo cada vez tendrá más necesidades y no necesariamente las más básicas, el gasto escolar, las actividades extraescolares, el tiempo de ocio etc, son gastos importantes que pronto se doblarán.
El espacio
Esto puede variar mucho de una familia a otra, si tienes una casa grande y un coche amplio, quizá la cuestión de espacio no sea un problema para ti. Pero muchas familias, viven en pisos pequeños con espacio reducido. Quizá la diferencia de un hijo a dos, no sea demasiada y el espacio se puede compartir. El problema llega con el tercer hijo, que requiere de más espacio tanto en el hogar como en el coche.
Ten en cuenta que tendrás que instalar tres sistemas de retención infantil, necesitarás un coche con espacio suficiente.
La recuperación física
Para una mujer, un embarazo supone pasar por muchos cambios físicos, que requieren de un tiempo adecuado para poder recuperarse. La decisión de tener más hijos, pasa porque la madre se encuentre en perfecto estado, tanto físico, como psicológicamente. Por lo tanto, debes ser completamente sincera contigo misma y pensar si realmente te encuentras preparada para vivir un nuevo embarazo.
Salir de casa será más complicado
Si con un hijo ya muchas veces resulta una ardua tarea salir de casa, con dos será mucho más complicado aún. Es cierto que todo requiere de mucha organización y trabajo en equipo, pero tendrás que hablar con tu pareja y plantear la situación. De esta forma, ambos estaréis preparados para cuando llegue el momento y mientras uno se encarga de preparar a un niño, el otro se encargará del bebé.
En definitiva, la decisión siempre corre a cargo de los padres y nadie como ellos sabrá decidir si es el momento adecuado. Pero traer un hijo a este mundo no debe tomarse a la ligera. El nuevo miembro de la familia debe tener asegurados tanto la atención y los cuidados necesarios, como todo aquello que pueda necesitar para su desarrollo y bienestar.
Por lo que será fundamental que ambos padres estén completamente seguros, y que la decisión se medite en pareja teniendo en cuenta todas las opciones.