Todos los alimentos contienen una serie de nutrientes, minerales, vitaminas y otras sustancias, que son necesarias en diferentes medidas para el organismo del ser humano. Pero además de esas sustancias saludables, muchos de los alimentos más consumidos contienen otras sustancias que, a pesar de no ser nocivas, se convierten en potencialmente peligrosas.
Se trata de los antinutrientes, que son componentes presentes en muchos alimentos y que actúan de forma negativa en la absorción, en la digestión o en la forma de asimilar otros nutrientes que a su vez, son esenciales para el organismo. Es decir, un mismo alimento puede contener nutrientes buenos y antinutrientes que impiden la asimilación de esas sustancias saludables.
Pero los antinutrientes no tienen porqué estar en el mismo alimento, en muchas ocasiones, la forma de combinar los alimentos es la que favorece este proceso. Por ello, es muy importante tener algunos conocimientos sobre nutrición, de esta forma, se podrían evitar con facilidad deficiencias nutricionales que ponen en riesgo la salud. Muy especialmente en niños, ya que es fundamental que los niños reciban correctamente todos los nutrientes esenciales. De lo contrario, su salud y su crecimiento podrían estar en peligro.
Los antinutrientes más habituales
Las saponinas
Las saponinas forman parte de la composición de algunas legumbres, especialmente de los garbanzos y de la soja. Esta sustancia impide que el organismo pueda absorber el hierro, que es uno de los nutrientes más importantes y necesarios para la salud.
Existe una forma muy sencilla de eliminar este componente de las legumbres, tan solo tienes que asegurarte de remojar bien este alimento antes de cocinarlo. Incluso, las legumbres que no necesiten remojo como la quinoa, puedes eliminar las saponinas con un buen remojón de agua fría.
Los fitatos
También llamados ácido fítico, los fitatos se encuentran en muchos cereales integrales, ya que esta sustancia forma parte de la fibra. Los fitatos pueden ser muy beneficiosos para la salud, no obstante, existen estudios que demuestran que esta sustancia limita la absorción de hierro de origen vegetal. Además, afectan directamente a la asimilación del calcio.
La forma de evitar que los fitatos actúen como antinutriente es, cuidando la forma en que se toma este tipo de alimentos. Es decir, si vas a tomar un alimento rico en hierro, como las espinacas, evita tomar en la misma comida pan integral, por ejemplo.
Los taninos
Los taninos se encuentran en el café, en el té y en algunas legumbres secas. Esta sustancia interfiere en la disponibilidad de las proteínas, además de limitar la absorción del hierro.
Para eliminar el efecto de los taninos presentes en las legumbres, solo tienes que remojarlas, al igual que vimos párrafos más arriba con las saponinas. En el caso del café o el té, lo más conveniente es que evites tomar este tipo de infusiones cuando tomes alimentos ricos en hierro. Los taninos pueden interferir en la absorción de los nutrientes hasta dos horas después, así que, evita tomar estos productos después de las comidas.
La avidina
Esta sustancia se encuentra presente en la clara del huevo, al igual que la biotina, que es una proteína del grupo B muy importante para el organismo. El problema es que al unirse ambos componentes, la avidina actúa como antinutriente impidiendo que el organismo obtenga los beneficios de la biotina.
La forma actuar contra la avidina es sencilla, solo tienes que cocinar bien el huevo antes de tomarlo. Ya que el peligro reside cuando se consume la clara sin cocinar.
Los oxalatos
Los oxalatos se encuentran en un gran número de alimentos de origen vegetal como el cacao, las verduras de hoja verde, los frutos secos o las legumbres entre otros. Estas sustancias, impiden que el organismo pueda asimilar otros nutrientes tan importantes y necesarios como el hierro y el calcio. Por lo que, la mejor manera de reducir este efecto, es evitando el consumo simultáneo de estos alimentos.
Hábitos de vida saludable
Como ves, los antinutrientes se encuentran presentes en gran cantidad de alimentos naturales. Incluso, puedes pensar que te estás nutriendo correctamente ya que consumes alimentos saludables. Por lo qué, además de tener precaución a la hora de mezclar alimentos o a la hora de cocinarlos, la mejor manera de nutrir correctamente tu cuerpo es ofreciéndole una dieta sana y equilibrada.
Además, no debes olvidar realizarte un chequeo médico regularmente. Así podrás asegurarte de que todo está correcto y en el caso de que no sea así, el médico podrá ofrecerte la mejor solución para que te encuentres fuerte, saludable y con una salud de hierro.