La oratoria se ha vuelto moda en el mundo entero. No sólo porque es una técnica útil para desenvolverse en la vida sino porque es una gran forma de presentarse ante el público. Qué mejor entonces que aprender a hacerlo desde que somos muy pequeños. ¿Cómo enseñar a los niños a hablar en público?
Más allá de aquello que les sale de manera espontánea hay infinidad de técnicas para que los niños aprendan el arte de la oratoria. Hablar en público no es tarea fácil, sobre todo en el caso de personalidades más vergonzosas o inseguras. Es una arte que se puede aprender con constancia y mediante una serie de técnicas y habilidades que se pueden aprender. Hasta el momento, la oratoria era pensada sólo para el mundo adulto pero las últimas tendencias tienen en cuenta a los más pequeños pues se sabe que cuanto antes aprenden a desenvolverse en público más natural es el proceso. Veamos entonces algunas formas de enseñar a los niños a hablar en público.
Oratoria para todos
El último 16 de abril se celebró el Día Mundial de la Voz y esto me ha llevado a investigar algunas de las técnicas más efectivas para aprender a hablar en público. Por supuesto que hoy día en la web podemos encontrar infinidad de páginas. Pero lo que a mi me resultaba interesante es investigar cómo enseñar a los niños a hablar en público. Sentía curiosidad por descubrir cuál es el secreto para que un niño de corta edad pueda posicionarse frente al público sin miedo a todos aquéllos que lo están mirando. ¿Por qué? Quizás porque si se incorpora esta habilidad desde peques es muy probable que, llegada la edad adulta, la oratoria sea algo natural en nosotros. Casi como caminar o correr.
La oratoria es fundamental pero no sólo por las razones obvias. Más allá de que hablar en público con seguridad permite que se conozca más de nosotros, el desarrollo de ideas y conceptos de forma oral obliga a incorporar cierta lógica y orden. Lo que a su vez implica una serie de procesos de conexión y abstracción muy útiles para el desarrollo del aprendizaje.
Para enseñar a los niños a hablar en público es necesario que ordenen la información. Los peques no sólo tendrán que aprender a superar la verguenza sino también a reconocer aquéllo que quieren transmitir, es decir los conceptos o ideas claves.
Una vez claro este punto, los niños tendrán que crear la lógica interna del relato a través de la conexión de estas ideas primarias. El poder elegir las ideas, conectarlas y, al mismo tiempo, hacer un resumen de los conceptos para que el relato sea ameno es todo un proceso que debe ser enseñado paso a paso. La articulación de la información es uno de los grandes aprendizajes a la hora de enseñar a los niños a hablar en público.
De la organización a la oralidad
Ahora bien, una vez realizada esta organización primaria, llega el momento de poner en escena el discurso. El discurso no es otra cosa que el relato vuelto historia. Pero no cualquier historia, sino una que sea interesante y que logre atrapar la atención de la audiencia o público.
¿Cuál es el secreto para mantener la atención? La verosimilitud. Cuando hablamos de relatos en oratoria, hacemos referencia a una historia que atrapa, que se vuelve interesante para la audiencia, que busca persuadir y convencer. Entonces bien, a la hora de enseñar a los niños a hablar en público, el aspecto lúdico cobra importancia.
Las historias deben estar reforzadas con recursos teatrales como la voz, el movimiento del cuerpo, los objetos presentes en la escena, el movimiento de las manos y, en especial, la mirada. De este combo que entremezcla el orden con el desorden dependerá el éxito de la oratoria. Si desde pequeño un niño aprende oratoria es probable que, llegada la edad adulta, el contar relatos en público sea una actividad natural.