La adolescencia es una etapa llena de cambios, físicos, hormonales y emocionales. Todos esos cambios pueden afectar mucho al estado de ánimo de los chicos, porque su cuerpo se transforma y no para todos es fácil aceptar la transformación de la infancia hacia la madurez. La piel es uno de los órganos que más sufre con los cambios hormonales, por lo que es muy importante aprender a cuidarla desde el primer momento.
Sin embargo, los adolescentes no son conscientes de este detalle y si en muchas ocasiones los tratamientos y cuidados faciales llegan demasiado tarde. Muchas personas sufren en la madurez las consecuencias de no haber cuidado la piel en la adolescencia, por ello, es tan importante evitarlo ahora que todavía están a tiempo. Así es como puedes enseñar a tus hijos adolescentes a cuidar su piel.
Cuidados faciales para adolescentes
Las hormonas provocan un exceso de grasa en la piel, lo que causa la aparición de espinillas, manchas y todo tipo de problemas en la piel del rostro. Si estos problemas no se tratan de forma correcta, las cicatrices pueden marcar de por vida la piel de los chicos. Educar a los adolescentes, chicos y chicas, para que sean conscientes de lo importante que es cuidarse, es la clave para evitar consecuencias a largo plazo.
Esto es lo que tienen que saber los y las adolescentes sobre el cuidado de su piel. Proporciónales los productos necesarios y enséñales a incluirlos en su rutina de higiene diaria. Que estos cuidados se conviertan en un hábito, es la clave para que resulten exitosos.
Un limpiador facial específico
Para lavarse la piel del rostro, es aconsejable utilizar un limpiador facial específico para pieles jóvenes. Este tipo de jabón es más respetuoso con la delicada piel del rostro, por lo qué, les permitirá mantener la cara limpia y libre de impurezas sin que resulte agresivo para su piel. Además, deben utilizar este producto para lavarse la cara por la mañana y por la noche.
De esta forma, se eliminan los residuos que pueden dejar la ropa, el maquillaje, la polución y los agentes externos que afectan a la piel cada día. Todos estos agentes, cierran los poros impidiendo que la piel pueda respirar, lo que provoca la aparición de granitos, puntos negros y brotes de acné.
La piel siempre bien hidratada
La rutina de cuidado facial debe incluir hidratación diaria, elige siempre una crema en formato fluido que sea específica para pieles jóvenes. También es importante que la crema contenga factor de protección solar SPF 30. Enseña a los chicos a utilizar la crema de forma correcta, aplicando por la mañana y por la noche después de limpiar la piel del rostro con el jabón facial.
No tocar la piel del rostro
Lo que implica dejar que los granitos desaparezcan sin tocarlos ni explotarlos, ni taparlos con maquillaje que impida que la piel pueda respirar. Cuando aparezcan las espinillas, lo mejor es continuar con la rutina de limpieza e hidratación y dejar que desaparezca por sí mismo. Si se produce un brote severo, lo mejor es consultar con el médico para que recete un producto específico para ese tratamiento.
Mantener una buena higiene corporal
Muchos y muchas adolescentes pasan por una fase de descuido personal, dejando de lado su higiene y cuidados básicos diarios. Aunque se suele tratar de una fase temporal, es muy importante procurar que los chicos y chicas sean conscientes de lo importante que es ducharse diariamente para cuidar su piel. Por ello, debes explicarles cuáles son las consecuencias de no limpiar su cuerpo correctamente, porque así al menos serán conscientes de cómo pueden estar dañándose a sí mismos.
Maquillaje y cosméticos de calidad
A partir de cierta edad, muchas chicas y cada vez más chicos quieren maquillarse para mejorar su aspecto físico o por una simple cuestión de imagen. Llegado el momento, debes asegurarte de que tus hijos tienen los productos adecuados para hacerlo sin dañar su piel. El maquillaje de mala calidad es realmente perjudicial para la piel, así como aplicarlo de forma incorrecta.
Enseña a tus hijos a cuidarse, a proteger su salud física y emocional para que crezcan sanos y su desarrollo sea óptimo en todos los sentidos.