No cabe duda de que el slime es el juguete de moda. Seguramente tus hijos ya te habrán pedido que se lo compres o incluso hacerlo en casa. Se trata de una masa viscosa, de colores llamativos que puede estirarse, aplastarse y estrujarse y que está haciendo furor entre los niños.
Sin embargo, hace unos meses saltó la alarma porque unos de sus ingredientes, el bórax, puede resultar tóxico cómo ya explicamos en Madres hoy hace unas semanas. Por eso, hoy te traigo dos recetas para que tus hijos creen su propio slime, libre de tóxicos en casa. De este modo pasarán un rato divertido, a la vez que tú te quedas tranquila sabiendo que no corren ningún riesgo innecesario.
Slime con harina de maíz
Ingredientes:
- Una taza de agua
- una taza de harina de maíz
- colorante alimenticio. Puedes usar también témperas o pintura lavable, pero si usas colorante alimenticio te aseguras de que sea totalmente inocuo.
- Purpurina o cualquier otra cosa que tus hijos quieran agregar para darle su toque personal.
Preparación:
Mezcla la harina de maíz con el agua removiendo hasta conseguir una masa homogénea. Añade poco a poco la pintura y en mayor o menor cantidad en función de la intensidad que quieras darle. Agrega la purpurina y amasa con las manos hasta lograr una masa uniforme. Esta receta es comestible, pero ojo, si agregas purpurina o témpera dejará de serlo.
Slime con detergente líquido
Ingredientes:
- 150 ml de agua o solución para lentes de contacto.
- tres cucharadas soperas de detergente líquido
- cola blanca
- colorante alimentario o témpera. Purpurina (opcional)
Preparación:
Mezcla la cola blanca con el colorante o la pintura. En otro recipiente mezcla el detergente con el agua o la solución hasta que la masa sea homogénea. Une las dos mezclas y amasa con las manos hasta que la masa adquiera consistencia y deje se ser pegajosa. Esta receta no es comestible por lo que deberás tener cuidado con los más pequeños de la casa.