A los seis meses de vida, los bebés comienzan a comer alimentos sólidos y a probar nuevos sabores. Poco a poco incorporan sabores pues ahora necesitan más nutrientes para su desarrollo. Cómo preparar papillas de cereales caseras y otros platos se vuelve una tarea importante para los padres. Después de todo, dicen que a comer se aprende. Entonces, nada mejor que platos saludables pero con sabor y personalidad para que el bebé aprenda a ampliar su paladar.
Pero este camino no debe ser abrupto, lo ideal es comenzar poco a poco. Recuerda que hasta ese momento, el bebé sólo está habituado al sabor de la leche, es decir que cualquier otro sabor le resultará no menos que novedoso. Hay bebés que abren grande la boca luego de probar la primera cucharada pero en otros casos el camino es largo y hay que probar diferentes alternativas.
La importancia de los cereales
Una de las cosas a tener en cuenta al momento de introducir nuevos alimentos es el color, el sabor y la textura. Es importante, comenzar a introducirlos en una escala ascendente, comenzando por sabores no demasiado fuertes. Hay quienes comienzan con el zapallo o la banana, el primero por ser suave, el segundo por su dulzura. Luego se van introduciendo otros vegetales, cereales, carnes y demás. Nadie nace sabiendo cómo preparar papillas de cereales y otros alimentos así es que ten en cuenta que puedes añadir condimentos y algunos productos adicionales para hacerlas más sabrosas, como queso rallado, nata, etc.
Los cereales están entre los primeros alimentos sólidos que se introducen cuando se comienza con la alimentación complementaria. La razón es porque son fáciles de digerir al tiempo que son muy ricos en nutrientes, con un gran aporte de hidratos de carbono, vitaminas, proteínas, grasas, minerales y fibra. Estos aportan gran energía para las necesidades crecientes del bebé vinculadas a su desarrollo. ¿Cuáles son los cereales más consumidos? Puedes elegir avena, diferentes tipos de harina (maíz, trigo, cebada, centeno), arroz, sémola de arroz, sémola de trigo, quinoa, mijo,
Recetas de papillas de cereales
Como ejemplo, os traigo una receta que me parece muy sabrosa pues se trata de una papilla que entremezcla muchos cereales con el detalle de que, en caso de que el bebé tenga más de un año, además puedes añadirle miel. Recuerda este detalle importante, pues los menores de un año no pueden probar la miel hasta su primer cumpleaños. Esta papilla de cereales lleva:
4 gramos de harina de maíz.
4 gramos de harina de trigo.
4 gramos de harina de cebada.
4 gramos de harina de centeno.
4 gramos de harina de avena.
200 ml de leche materna o de fórmula.
1 cucharadita de miel (si el bebé tiene más de un año)
En un bowl, coloca la leche y luego añade las harinas poco a poco, mezclando muy bien para que no queden grumos. En caso de no poder añadir la miel, puedes optar por azúcar aunque hay pediatras que recomiendan evitar el azúcar hasta el año.
Otra receta que es de mis favoritas, tanto por lo simple como por lo nutritiva, es la papilla de cereales y frutas. En este caso, se trata de repetir la receta anterior pero añadiendo 50 gramos de una o varias frutas a elección, como pueden ser la banana, manzana, melón, durazno, pera, etc. Si además quieres agregar zumo de naranja, la papilla quedará aún más sabrosa y dulce.
A tener en cuenta
A la hora de preparar papillas de cereales, siempre recuerda que utilizarás el cereal cómo alimento sólido principal y algún líquido para mezclar, que puede ser leche materna, de fórmula, caldo de vegetales, zumos o agua. A esto, puedes sumarle otros ingredientes, como vegetales, fideítos, frutas, etc.
Si bien siempre está la opción de elegir las papillas industriales, lo ideal es preparar las papillas de cereales caseras debido a que los alimentos de las industriales pierden nutrientes debido a que pasan por un proceso llamado hidrólisis para hacerlas más diferibles. La consecuencia es que muchas de ellas tienen azúcar añadida o necesitan ser fortificadas con el añadido de nutrientes adicionales.